𝐒𝐇𝐄, harry potter. . . 🇪🇸

𝖝𝖎𝖎. everything is about to change

𝘰𝘰𝘰 ┊﹟ 𝗦𝗛𝗘 ࿐ྂ
CAP. 012 ❪ todo está a punto de cambiar ❫ ˊˎ-

¿ERA POSIBLE QUE LOS OJOS DE UNO pudieran deshidratarse de lágrimas? Si es así, ese era el caso de Camille Diggory. Su cuerpo se sentía tan entumecido como si acabara de pasar la noche entera bebiendo y se estuviera recuperando de una resaca. Se había encerrado en su dormitorio, sin molestarse en desayunar. No tenía ninguna motivación para salir de la cama. Quería esconderse de todo el mundo. Todas las miradas de compasión que recibía la hacían sentir como un perro con tres patas. Era molesto y no quería parecer tan desesperanzada y vulnerable. Aunque la principal razón por la que se sentía tan miserable era la muerte de su hermano mayor, al que quería profundamente.

Después de muchos intentos, Willow finalmente consiguió que su amiga saliera de la cama. Estaba preocupada y su instinto maternal estaba a punto de explotar. Mentiría si dijera que no lloró cuando se enteró de la muerte de Cedric. El chico mayor siempre había sido amable con ella. Si no fuera por él, no habría conocido a sus mejores amigos.

Al terminar el almuerzo, las cuatro mesas de las casas fueron sustituidas por bancos con un simple movimiento de varita. En silencio, todos tomaron asiento. Por lo general, al final del año, todo el mundo en Hogwarts estaba emocionado por el verano. El Gran Comedor bullía de risas y charlas entusiastas, pero ese no era el caso de ese año.

—Hoy hemos sufrido. . . una terrible pérdida. Cedric Diggory, era, como todos sabéis —comenzó Dumbledore, levantándose de su silla—, un excepcional estudiante, una mente preclara, y lo más importante era. . . un amigo, un amigo leal. Creo que, por tanto, tenéis derecho a saber cómo murió exactamente. Veréis. . . Cedric Diggory fue asesinado. . . ¡por Lord Voldemort!

A Camille se le cortó la respiración. Aunque la mayoría de la gente no lo creía, ella sí. Realmente creía que alguien como Quien-tú-sabes sería tan despiadado como para matar a un chico inocente o ser responsable de su muerte. Apretó el puño, clavándose las uñas en la piel.

Un brazo le rodeó el hombro. Miró a su propietario, que resultó ser Bradley. Él apoyó la cabeza en su hombro y empezó a sollozar. Camille se acurrucó más cerca de él, apoyando su cabeza sobre la de él. Le dolía el corazón, pero tenía que ser fuerte, no sólo por su familia, sino también por sus amigos.

—El dolor que sentimos todos ante esta horrible pérdida me recuerda, nos recuerda, que por distinta que sea nuestra procedencia o las lenguas que hablamos, nuestros corazones laten como uno solo. A la luz de los recientes acontecimientos, los vínculos de amistad establecidos este curso se harán más profundos que nunca. Recordad siempre eso, y Cedric Diggory no habrá muerto en vano —continuó Dumbledore, sus ojos se encontraron con los de Camille como si sólo estuviera hablando con ella—. ¡Debéis recordar esto! Y honrar la memoria de un chicoque. . . representó la honestidad, la valentía, la verdad, y la rectitud hasta el final.

Ese fue el punto de ruptura para ella. Camille quería llorar igual que la noche anterior, pero se esforzaba por evitar que cayeran las lágrimas. Sólo quería que su hermano volviera. Quería correr a sus brazos y que él la tranquilizara; que le dijera que todo iba a salir bien. Sin embargo, sabía que todo estaba a punto de cambiar.

Una vez terminado el discurso de Dumbledore, Camille se levantó apresuradamente de su asiento. Se secó la única lágrima que se le escapó. Antes de doblar la esquina, una mano la agarró del brazo, haciéndola detenerse en seco.

—Mill —dijo la voz de Bradley. La chica permaneció ahí de pie, sin emoción.

Entonces él empezó a llorar, envolviendo a su mejor amiga en un fuerte abrazo. Cedric era como un hermano para Bradley. Él fue el que le enseñó a volar su primera escoba, el que le enseñó a jugar al Quidditch y el que le aseguró por primera vez que, fuera cual fuera su sexualidad, seguiría siendo querido incondicionalmente. Cedric no había sido nada más que amable y cariñoso. Si Bradley tuviera la posibilidad de traerlo de vuelta, lo haría en un santiamén.

—Le echo de menos —balbuceó Bradley en un pequeño chillido, todavía envuelto en los brazos de su mejor amiga.

—Yo también —dijo Camille con una voz apenas por encima de un susurro.

Harry Potter sabía que era una mala costumbre escuchar las conversaciones ajenas. Ni siquiera lo consideraría como escuchar a escondidas, ya que iba a hablar con la chica de todos modos. Tenía que darle un mensaje de Cedric. Tal vez podría ayudarla a sentirse un poquitín mejor.