Capítulo 2

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Travis

Alice me ayudo a subir el resto del equipaje al coche y eso era todo, estábamos listos para retirarnos. Le pedí que se quedara en el auto junto con Gil mientras iba a devolver la llave a la recepción. Fue un camino corto, cuando regrese me puse al frente del volante y nos alejamos. Tenia en mente varias formas de regresar a la casa de Alice pero por si mis ideas eran erróneas llevaba un mapa en la guantera.

Mire de reojo a la chica a mi lado, ella estaba concentrada en la vista al otro lado de la ventanilla mientras tarareaba una vieja canción que sonaba en la radio. Se veía realmente tranquila, sin embargo, no era mi caso. No podía evitar sentirme algo inquieto con la idea de pasar cinco días en casa de Alice bajo la mirada desaprobatoria de su abuela y la presencia del idiota de su hermanastro.

Ella me había contado que descubrió por si misma que Drew había sido el de la idea de deshacerse de ella, eso me había helado la sangre. ¿Qué clase de idiota le hace algo así a su hermanastra? O, mejor dicho, ¿Qué clase de psicópata hace algo así? No tenia idea de si me podría controlar al conocerlo, la única vez que había estado en casa de Alice él estaba ausente y aunque hubiera estado, aun ella no me había contado sobre su descubrimiento. Había muchas cosas en contra en este viaje, pero solo lo hacía por ella, porque ella quería pasar las fiestas con la única familia que tenia. Me lo había dicho hace dos semanas atrás, durante la noche cuando ambos nos preparábamos para dormir, ella entro en mi habitación y solo lo dijo:

- Me preguntaba si podríamos regresar a mi casa para las fiestas. Quiero estar con mi familia, por supuesto también quiero que estés ahí - vi una sonrisa nerviosa en su rostro, a pesar de la oscuridad en la habitación. - Solo serán unos días, luego continuaremos con el viaje sin interrupciones. Es solo que creo que estas fechas son importantes para estar en familia, al menos eso creo yo, quien no tiene una familia realmente.

Su voz fue firme, no hubo ni un quiebre. Probablemente porque ella estaba adaptada a ese hecho. Por otro lado, mi corazón se removió, ella y yo éramos más parecidos de lo que jamás creímos. Solo que ella si tenía una familia, quizás no de sangre, pero la esperaban en casa. En cambio, yo no, había pasado las fiestas solo caminando por el bosque o simplemente encerrado en casa hasta que todos terminaban sus cenas familiares y Eliot y Joy se aparecían por casa para acompañarme. Y por supuesto que me habían invitado a cenar en sus hogares, pero yo nunca acepte.

- ¿Vas a hacer el camino por la ciudad o la rodearas? - Pregunto Ally, sacándome de mis pensamientos.

- Lo más probable es que la ciudad este repleta de gente haciendo las compras para las fiestas.

- Quiero verlo - pidió entusiasmada.

- Pero eso solo hará que nos retrasemos - comente, ella se encogió en su asiento con la mirada al frente -. Te prometo que veras a la gente haciendo las compras navideñas, pero una vez que sea de noche.

Me miro sorprendida, sus ojos azul-verdes centellaron.

- Eso suena mucho mejor - sonrió -. Se verá más hermoso cuando las luces de colores estén encendidas.

Me detuve en dos ocasiones para dejar que Gil hiciera sus necesidades mientras Alice dormía.

Para cuando estaba a punto de entrar a la siguiente ciudad el cielo ya estaba oscuro. Estire mi brazo y sacudí a Alice en su asiento para que despertara.

- ¿Que? - Susurro.

- Estamos entrando a la ciudad - le informe. A medida que entrabamos en la zona comercial las luces de colores brillaron sobre nosotros y las calles se vieron repletas de personas y coches.

- Cuanta gente - dijo sorprendida con la cara pegada a la ventanilla -. Mira, la gente de aquí esta abrigada. Nos acercamos a la zona de frio, ¿verdad?

- Si - respondí. Mire por la ventanilla mientras el tráfico se mantenía parado. La gente iba a penas abrigada y con las manos repletas de bolsas de compras chocando unas con otras. La típica imagen de la semana previa a las fiestas. El verde, rojo y blanco predomina en la decoración, las tiendas están tan llenas como las calles. Me entretuve observando a una pareja, ellos iban de la mano, él llevaba las bolsas y ella un oso de felpa, que seguramente él le había dado. Me detuve a pensar que era lo que podría querer Alice para navidad. No había mencionada nada sobre querer un regalo pero ella podía albergar esperanzas de un regalo sorpresa que yo aun no había pensado.
Casi una hora nos llevo salir de la ciudad y del congestionamiento.

De pronto, sentí los labios de Alice chocar contra mi mejilla en un beso rápido. La mire sorprendido sin quitar demasiado la vista del camino.

- Gracias - dijo, aún muy cerca de mi -, pasaste por la ciudad, a pesar de que sabia que nos retrasaría, por mí. Gracias.

Asentí.

- Travis, creo que te estas ablandando - dijo con tono bromista e inmediatamente sentí una punzada de irritación. ¿Qué se suponía que significaba?

- ¿Qué estas insinuando? - Gruñí sin quitar la vista del camino.

- Nada - respondió -. Te sonrojaste, eso hace unos meses atrás era sencillamente imposible.

Rodee los ojos y la ignore.

- Deja de decir tonterías y duérmete.

- Ya dormí.

- No fue suficiente. Duérmete hasta que lleguemos.

Soltó una risita.

- Yo voy a dormir si quiero.

- Empieza a querer o... - Comencé a decir pero me detuve cuando repentinamente el auto fue disminuyendo velocidad hasta quedar completamente fuera de mi control y se detuvo.

Gire la llave una y otra vez pero no funcionaba.

- Maldición - gruñí.

- ¿Qué sucede? - Pregunto Alice preocupada.

- De alguna manera, nos quedamos sin gasolina - me recosté en mi asiento y cerré los ojos mientras intentaba pensar en la forma de solucionar el problema. Hasta donde sabía la gasolina que había cargado era suficiente para recorrer varias millas más de donde estábamos. ¿Un mal cálculo? Un mal cálculo nos había dejado varados en medio de la nada y estaba seguro de que faltaba demasiado para la siguiente ciudad.

- Pasamos un motel hace un minuto - anuncio Alice mirando hacia atrás -. Mira. No está muy lejos. Podríamos ir hasta ahí aunque no sé si dejar el auto aquí es buena idea, quizás si voy yo y tú te quedas...

- De ninguna forma te voy a dejar ir ahí a ti sola.

- Entonces, ve tú y yo me quedo aquí cuidando el coche.

Ladee la cabeza para mirarla.

- Dime que podrías hacer tu contra una banda de roba coches - hizo una mueca pensativa y luego se encogió de hombros. - Tampoco podría dejarte aquí sola, así que vamos juntos.

Nos desabrochamos los cinturones de seguridad y bajamos. Al menos el auto había quedado casi en la orilla de la carretera, era poco probable que alguien no lo viera. Y si lo veían e intentaban acercarse iban a encontrarse con Gil. Esperaba que no nos tomara mucho tiempo.

- Apresurémonos - dijo Alice y caminamos tan rápido como pudimos hacia las luces del motel.

[2] Sweet Disaster (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora