Alice
A penas pude dormir durante la noche y como sabía que iba a malgastar muchas horas intentando conciliar el sueño preferí usar ese tiempo para pensar como le contaría a Travis todo sobre Callie, la escuela y porque había mentido. En primer lugar, tenía que convencerme a mí misma de que no era nada realmente grave yo fui la que creo un drama de todo porque me sentía tan avergonzada que no quería mencionárselo.
- Soy una perdedora - murmure sentada en mi cama en la oscuridad.
No soy tan genial y segura como aparento ser. ¿Por qué aparento? Eso es estúpido. Pero por más que quiera no puedo dejarle ver a los demás cuando estoy mal, que me vean me hace sentir débil y tonta, a excepción de Travis. Después haberme visto llorando a escondidas durante el tiempo que había perdido mis recuerdos se ablando e intento reconfortarme. Siempre quiso estar ahí cuando me escondía porque a él no le importaba que tan débil me viera, él solo quería hacerme sentir mejor. Al igual que ahora, solo que estaba yo lo había dejado apartado al no contarle sobre lo que sucedía a mi alrededor. Quería contárselo todo, sin vergüenza ni incomodidad quería llegar a reírme del tema. Porque que alguien me odie porque piensa que soy un obstáculo, es absurdo y en realidad las palabras de Callie no me dañaban, solo me hacía sentir pésima ver todo el espacio que le había dado, todo lo que había retrocedido para no cruzarme con ella. No fui a una escuela normal, con eso renuncie a hacer amistades, a tener una vida social. Casi nunca salía de casa porque no quería tener que verla odiándome. Probablemente a raíz de todo eso comenzó la idea de hacer un largo viaje, deseaba alejarme, por supuesto, eso tiene sentido porque, ¿Por qué otra razón querría alejarme de mi única familia? Aunque ahora tenía otra razón para seguir con este viaje lo que más quería era estar con Travis, a donde quiera que él fuera ahí estaría. Para eso tenía que hablar con él, lo haría. Le diría todo antes del mediodía.
Caí dormida más o menos a las tres de la mañana y me levante a las diez, sintiendo como que hubiera dormido una eternidad. Me sentía tan bien, al fin estaría todo dicho. No más pequeños engaños. No más secretos. Porque, al fin, le diría a Travis que lo amo. Ansiaba ver como se sentiría al respecto. No pude borrar la sonrisa tonta de mi rostro mientras me aseaba, vestía y peinaba. Quería verlo.
Salí corriendo por el pasillo hasta la habitación de al lado, toque tres veces y espere. Mire mis pies al tiempo que hacía que las puntas se tocaran. No hubo respuesta así que volví a golpear. Nada. Me atreví a abrir la puerta y asomarme pero no había nadie a la vista, ni siquiera en el baño. Pensé que probablemente ya había bajado a desayunar. Corrí por el pasillo y me deslice por el pasamanos de la escalera hasta abajo. Revise la sala, la biblioteca, el comedor, la cocina y el jardín pero no había señales de Travis.
Regrese al comedor donde había visto a mi abuela y me senté junto a ella.
- Antes pasaste tan rápido que no me diste tiempo de decirte que tu regalo de navidad está esperando bajo el árbol en mi habitación - sonrió y le devolví el gesto.
- Gracias, Nana. Enseguida subiré a verlo - le dije amablemente. - Pero, ¿no has visto a Travis? Lo busque por todas partes y no lo encuentro. ¿Lo viste dejar la casa?
- No lo he visto y ahora que lo dices, tampoco he visto a Jack en toda la mañana. ¿Se fueron juntos? Quizás Jack acompaño a Travis a alguna parte o al revés.
- Si. Puede ser - respondí aun dudosa de cualquier forma no se me ocurría a donde podrían haber ido los dos.
- Ven conmigo, quiero verte cuando desenvuelvas mi regalo - dijo Nana poniéndose de pie y escoltándome hasta su habitación.
Observe el gran árbol de navidad en la esquina, resplandecía con luces blancas y decoraciones rojas y blancas. Se veía precioso. Todavía recuerdo cuando todos elegimos este lugar para poner el árbol de navidad ya que a todos nos gustaba pasar tiempo en esta habitación. Vi dos paquetes debajo del árbol, ninguno era demasiado grande pero sabía que el tamaño no importa. Tome el que decía mi nombre y camine hacia la cama de Nana para sentarme a su lado. Abrí el paquete rompiendo el envoltorio aunque fue difícil porque era plástico y me quede boquiabierta. Era una cámara. Una cámara de fotos profesional, de las que usan los fotógrafos profesionales.
- Sé que no te gustan los aparatos tecnológicos pero pensé que sería bueno tener una cámara a mano durante tus viajes. Tomarías fotos y tendrás como enseñarme los lugares que conoces - dijo alegremente.
- No sé qué decir, Nana. No debiste molestarte. Yo... - balbucee incrédula.
- Quiero que tomes muchas fotos y me muestres cada lugar que visites. Solo eso quiero - me acaricio la mejilla dulcemente y sonreí.
- Gracias Nana. Te quiero mucho - la abrace antes dejarme caer sobre su cama descansando mi cabeza sobre sus piernas.
- Esto mismo haces desde que tengo memoria, ¿quieres que te lea? - pregunto divertida y reí.
- Claro que no ya soy grande, ¿Tienes algún libro nuevo? - quise saber. Nana asintió sonriente y tomo entre sus manos un libro que había dejado sobre la cama.
Comenzó a leer serena y tranquila, su voz era casi un susurro, sentía como si mi alma quedara en paz atrapada por su voz al leer. Tanta calma me llevo a quedarme dormida. Me desperté para el almuerzo y para encontrarme que no había señales de Jack ni de Travis. Eso estaba comenzando a preocuparme, ¿Qué había pasado con ellos? Me senté al lado de Nana e intente aparentar que no estaba nerviosa aunque no estaba haciendo un buen trabajo.
- Cálmate, no pudieron ir muy lejos. Quizás se les hizo tarde - dijo ella intentando calmarme. La mire y mire a Drew al otro lado de la mesa, me observaba curioso.
- ¿Dónde está Travis? - Pregunto.
- No tengo idea. Él y Jack se fueron sin avisarle a nadie - le conté. Me pregunte donde podrían estar el día de navidad cuando todos los negocios están cerrados y no hay casi nadie en la calle así que no podrían retrasarse.
- Ya regresaran - dijo Nana. - Come.
Me pase toda la tarde sentada en la escalera y caminando de un lado a otro en el recibidor esperando que entraran por la puerta, alguno de los dos. Necesitaba saber que estaban bien, y quería saber porque se habían ido sin avisarme. Aún tenía que decirle a Travis todo lo que había meditado durante la noche. Moría por decirle todo.
Eran casi las siete cuando Jack entro por la puerta del garaje. Mi corazón se detuvo al verla sola. Presentía que algo malo había pasado.
Me acerque apresuradamente a ella.
- ¿Dónde está Travis? - Le pregunte.
Ella me miro por un momento antes de responder. Eso solo me hizo sentir mareada.
- Regreso a su casa - contestó triste.
- ¿Qué?
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[2] Sweet Disaster (Saga: Out Of The Woods)
Romance~ Segunda parte de mi saga Out of the Woods ~ Alice y Travis emprendieron un viaje sin destino ni tiempo limite dejando todo atrás, al menos esos eran los planes. Ahora ella decidió que quiere volver a casa para Navidad y él no esta muy seguro de qu...