Capítulo 4

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Travis

Suspire. A veces ella podía actuar realmente infantil si quería. Debería saber que de ninguna manera dejaría que pasara hambre por mi culpa. ¿Y por qué aún estaba colgada de mí? Me sacudí y ella cayo hacia atrás sobre la cama.

- No tienes que enfadarte, hay más en el bolso - señale el bolso al final de la cama y ella enseguida gateo hasta él.

- ¿Qué hace esto aquí? - En la mano tenía un libro que yo había puesto ahí adentro porque quizás le daban ganas de leer.

- Te había visto leyéndolo, así que pensé en traerlo - le dije.

- A penas lo había empezado. Gracias - sonrió. La ignore y fui al cuarto de baño, cuando salí listo para dormir la cama ya no tenía los recipientes de comida y el bolso en ella. Alice había guardado todo y lo había dejado a un lado. Ahora solo estaba ella metida entre las sabanas con el libro entre las manos. A su lado, en la mesa de noche había una luz encendida hasta la televisión estaba apagada. Reinaba el silencio.

Me acosté en mi lado y mire la puerta mientras intentaba conciliar el sueño. Cinco, diez y hasta veinte minutos pasaron y mis ojos seguían completamente abiertos.

- Alice... - Dije en voz baja, quizás estaba tan compenetrada en su libro que no me oiría. De cualquier forma, no debería molestarla por más de que sentía la repentina necesidad de hablar, no era el momento.

- Creí que ya te habías dormido - respondió. Me di la vuelta para mirarla y ella aún tenía sus ojos en las páginas del libro.

- No puedo - susurre y ella no dijo nada. - ¿Te gusta tanto leer? - quise saber.

Asintió.

- Si. Leo siempre que tengo la oportunidad. Es una de mis actividades favoritas.

Lo había notado, esa vez en que recorrió mi habitación en busca de algo interesante con que entretenerse cuando aún no recordaba nada de ella y también la había visto con muchos libros diferentes desde que habíamos comenzado nuestro viaje, incluso varias veces nos detuvimos en librerías para comprar nuevos ejemplares. No solo llevaba novelas como la mayoría de las adolescentes, también cargaba libros de historia, geografía y también uno que otro de filosofía.

- Supongo que es porque Nana me acostumbro a leer de pequeña, y cuando me di cuenta no podía parar, es algo que me encanta - Me conto -, fue muy favorable cuando empecé con las clases en casa, ya que esa pasión me ayudo a terminar los estudios antes de tiempo.

Vaya. Estaba realmente sorprendido.

- ¿Por qué tomabas clases en casa?

- Digamos que mi desempeño académico era mejor estando sola - me dedico una sonrisa amable.

- ¿Tu si fuiste a la escuela, verdad?

Asentí.

- Si. Con Eliot y Joy - comenté y sentí una punzada en el pecho. Los extrañaba.

- ¿Los extrañas? - hizo a un lado el libro y se acostó frente a mí.

Hice una mueca y me removí en mi lugar.

- ¿Cómo era ir a la escuela con ellos? Supongo que eran tan inseparables como cuando los conocí.

- Eliot y yo íbamos a las mismas clases, desde el primer día él hizo todo lo posible por acercarse a mí, yo no era un niño muy agradable...

- No te lo creo - dijo con sarcasmo. Fruncí el ceño y ella rio -. Sigue. ¿Cómo conociste a Joy?

- La veía de vez en cuando en los recreos, siempre nos observaba...

[2] Sweet Disaster (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora