#simplemente; kei + tadashi

there is a light that never goes - the smiths

Kei puede ver que el peliverde quiere que la tierra lo trague.

El chico de pecas había hecho un gran esfuerzo para poder estar a la fiesta que su mejor amiga había preparado. No es su culpa que tenga que trabajar en la tienda de flores de su padre, se ve que había una celebración importante y tenía que hacer un montón de flores antes de ir a la fiesta.

Y ahora esta levantándose del suelo con la cabeza agachada sintiendo un montón de miradas encima de él.

Lo primero que vió cuando levantó los ojos fue unas grandes lunas mirándolo fijamente, como si pudiera atrevesar sus huesos y descifrarle la alma.

Era aterrador pero increíble al mismo tiempo.

Y cuando cruza miradas con esos grandes destellos amarillos se olvida de que hay un montón de adolescentes bebidos mirándolo y seguramente riéndose por la penosa entrada que ha hecho y cree que puede pasarse horas viendo esas pupilas durante horas.

Hasta que esas lunas lo dejan de mirar y se vuelve a acordar de su penosa situación y va directo al baño casi volando, abre la puerta y la cierra de un manotazo. Se pone delante del espejo sujetándose con las manos en el fregadero. Se mira y seguidamente se moja la cara y vuelve a salir.

Se dirige a las bebidas y sin pensarlo dos veces se pone una pequeña cantidad de alguna bebida que había en la barra y se lo toma de un trago.

Hoy se quiere divertir.

Casi automáticamente rellena otro vaso y va al sofá de la sala de estar para hablar con algunas personas, allí entabla cortas conversaciones con algunas personas hasta que siente que lo que ha bebido no le está haciendo bien y se siente mareado.

Tambaleándose y pasando su mano por las blancas paredes se dirige hasta el final del pasillo hasta que siente que alguien lo agarra del brazo y lo empuja contra la pared.

— ¿Que coño haces? — pregunta el peliverde claramente molesto por la acción que ha hecho la otra persona

— Oye tranquilo solo quiero hablar lindo — le dice el desconocido hablándole bajo agarrándolo de la cintura

— Si quieres hablar deja de agarrarme, por favor.

— No pequeño, ¿quien me dice que no te vas a ir? — Tadashi puede sentir el malo olor de cerveza proveniente de la cavidad vocal del contrario

Cuando estaba por volver a quejarse ve como alguien agarra del hombro al que lo esta acosando.

— ¿Que eres sordo imbecil? Te ha dicho que lo sueltes, así que suéltalo.

Tadashi levanta la cabeza y ve como es el chico que lo acaba de salvar, es más alto que él, quizás unos 10 cm, también lleva unas gafas de pasta oscura y tiene el pelo ondulado rubio. Era realmente atractivo.

— ¿O que? ¿Qué me vas a hacer maricon? — el chico lo suelta y se encara al rubio

— ¿Sabes que puedo hacerte? Reventarte de un puño todos los dientes de esta boca de mierda que tienes, eres patético.

El otro chico chasquea la lengua claramente intimidado y se va.

Kei mira al chico y se da cuenta de quién es. De repente su personalidad da un giro de 180 grados.

— ¿O-oye estas bien? ¿Ese chico no te ha hecho nada no?

Cuando Tadashi va a obrir la boca para responderlo no salen palabras, sale todas las bebidas que se ha bebido durante toda la noche y las vomita encima del chico que lo ha ayudado.

Tadashi quiere morirse.

Tadashi está con los ojos llorosos en el baño intentando limpiar el jersey del chico con gafas mientras está sollozando.

— Y-yo realmente lo siento. — dice tartamudeando — Te prometo que no quería, tu me has salvado y yo te lo compenso así, realmente lo siento, soy un imbecil.

Tsukishima está sentado en el retrete con su camiseta de tirantes que llevaba debajo. El pobre chico torpe ya se ha disculpado unas cien veces mínimo.

— Ya te he dicho que no pasa nada, es nromal, o-osea a mi no me ha pasado nunca pero supongo que a otra gente si.

— T-te prometo que no soy así, si quieres me puedes dar tu jersey i te lo limpio en mi casa.

A ver, el chico puede ser lindo y tal pero Kei no es tan idiota como para darle el jersey a un conocido.

Arrebata el jersey de las manos del peliverde y se dirije hasta la salida del baño con intención de irse.

— No hace falta, eh... es muy tarde, debería irme, adiós y buenas noches.

Sale disparado del baño directamente hacia la salida, se siente un poco mal por no despedirse de Yachi pero siendo sincero es con lo que menos ha pensado.

Se dirige a la estación de metro a paso rápido. Un poco mareado a causa de los efectos del alcohol pero no demasiado. Se sube al meteo, busca un asiento  libre y se sienta, tratando no quedarse dormido a causa del cansancio.

Al llegar a su apartamento deja la ropa tirada en el suelo y tan rápido como puede se mete a la cama para finalmente caer rendido en esta.

El día siguiente se despierta con dolor de cabeza y recordando que es viernes, no tiene ganas de ir a la cena pero como no quiere ser mal agradecido prepara un tuper con lasaña de su madre como agradecimiento de la invitación.

Durante el resto del día no hace prácticamente nada, jugar con el telefono, dormir y limpiar la casa. Cuando ya son las 20:00 decide ir a casa de la señora Yamaguchi.

Llega a la casa de la mujer por allí las 20:30, llama al
timbre y escucha una voz masculina gritando "¡Ya voy!", seguidamente la puerta se abre y no sabe si sentirse el ser con la peor mala suerte o la mejor.

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capitulo largo como compensación
de no haber actualizado desde
hace un tiempo!!