play date - melanie martinez

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Cuando la puerta de madera se abre Tsukishima puede apreciar que aparece un chico peliverde de allí. ¿Que clase de historia cliché es esta? ¿Es por culpa de esa vez en la que humilló un chico de su clase en primaria? Kei quiere volver otra vez a la rutina aburrida de su lamentable vida.

— C-creo que me he equivocado de casa — dice intentando reír pero acaba haciendo una mueca rara con la cara

— Oh, ehmm vale — responde Tadashi mirando al suelo — ¿quieres que te ayude a encontrar la dirección que buscas?

— No — dice respondiendo más cortamente de lo que quería decir

— Vale, adiós.

— Adiós y disculpa las molestias — responde haciendo una reverencia

El martes ya le diría a la señora Yamaguchi que tuvo un imprevisto de última hora y que por culpa de eso no pudo venir. Pero cuando esta a punto de dar la vuelta alguien lo llama.

— ¡Kei! Que bien que has venido

Mierda.

El chico de delante suyo hace una mueca confusa y mira a su madre, pero esta lo ignora y agarra por el hombro al otro chico.

— Ven, pasa pasa.

— ¿Gracias? Bueno yo no quería quedarme así que le traigo una porción de lasaña de mi madre — dice acercándole la bolsa de plástico con la comida dentro a la mujer

— No cariño, ya que has venido hasta aquí quédate vamos. Pero creo que igualmente voy a quedarme con la comida que llevas, todo lo que cocina tu madre es delicioso.

La mujer prácticamente le arrebata la bolsa y se la lleva a la cocina dejando a los los chicos solos uno al lado del otro al salón.

Kei está pensando que puede decir para no cagarla mientras que Tadashi está avergonzado por lo que pasó en la fiesta de Yachi, está parado con un chico al que el día anterior le vomitó encima.

Por suerte la madre de Yamaguchi aparece otra vez al recibidor.

— ¿Tadashi porqué no acompañas a Kei a tu habitación mientras yo preparo la cena? Así os conocéis y tal. — Dice la mujer poniéndose una bata para no ensuciarse

— Vale mamá. Llámanos cuando sea hora de cenar. — dice Yamaguchi caminando hacia un pasillo de la izquierda

Tsukishima lo sigue detrás suyo sin hacer ningún ruido hasta que llegan a la habitación de el peliverde.

Tiene una habitación ni muy grande ni muy pequeña, en la pared izquierda hay un escritorio con bolis tirados por encima y una carpeta abierta dejando ver unas hojas de lo que parce ser álgebra. Encima del escritorios hay pósteres de algunas series y peliculas, entre ellos puede reconocer uno de Evangelion, uno de Star Wars y uno de Skins  pero hay un cuarto póster que no logra identificar y qué no le suena. En la pared de la derecha hay una cama con unas sabanas de rayas de color verde y con una mesita de noche al lado. En la habitación también hace falta destacar que hay un montón de plantas artificiales y un cactus a la ventana del costado de la cama.

— Me gusta tu habitación, es bonita. — dice Tsukishima para romper el silencio

Se pone a si mismo un punto positivo cuando ve los ojos del chico de su lado iluminarse y abre la boca para hablar.

—¿¡Enserio?! Mucha gente dice que es una habitación muy friki pero a mi me encantan las habitaciones con pósteres y plantitas. — dice el chico hablando mientras hace movimientos con las manos

— Veo que allí tienes un póster de Evangelion, a mi me parece muy buen anime. — dice Kei intentando que el otro chico no descubra que en realidad es un increíble fan del manga psicológico.

El otro chico asiente fugazmente y los dos se ponen a hablar de series y de videojuegos. Kei descubre que el otro chico también es fan de la saga de Five Nights at Freddy's y se ponen a hablar de teorías hasta que la madre de Tadashi los llama para cenar.

 Kei descubre que el otro chico también es fan de la saga de Five Nights at Freddy's y se ponen a hablar de teorías hasta que la madre de Tadashi los llama para cenar

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La madre de Tadashi ha hecho arroz con verduras y carne de segundo.

Mientras comen hay un silencio cómodo hasta que la madre de Tadashi rompe ese silencio para hablar.

— Bueno chicos, ¿que habéis hecho en la habitación?

Tadashi se limpia un poco con la servilleta y empieza a hablar de que tienen gustos parecidos y le explica de lo que han hablado. También hablan sobre el trabajo del padre de Tadashi -que tiene una floristería- y sin darse cuenta terminan de cenar.

Kei anuncia que debería de irse para su casa y la mujer pregunta si quiere que lo lleve a lo que el niega con la cabeza. El chico se ofrece a acompañarlo hasta la entrada de casa para despedirse.

— Muchas gracias por la cena, me lo he pasado muy bien. — dice el rubio

— No es nada. ¡Ah si! ¿Quieres intercambiar Instagrams? Esque me has caído muy bien y me gustaría hablar más contigo pero si no quieres está bien yo lo entenderé.

— Claro, me encantaría. — dice el con una sonrisa sacando el teléfono.

Hoy había sido una bonita noche.

#simplemente; kei + tadashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora