Prólogo

505 18 3
                                    

KAIRA

—¿Por qué me dejaste? —no respondió.

Me estaba poniendo cada vez más nerviosa y la tensión se podría cortar con tijeras.

—¡Sabías lo mal que lo estaba pasando y te fuiste! ¿Por qué? —siguió sin mirarme siquiera.

A este paso acabaría llorando y eso era justo lo que él no se merecía. Ni una lágrima más iba a derramar por ese gilipollas.

—¡Joder, Logan! —grité—. ¡Di todo de mí después de haberme negado durante años a abrirme a alguien, te conté todo por lo que pasé antes de llegar a esta ciudad de mierda! —no podía más, me iba a romper delante de todos mis amigos y del chico al que le había jurado el cielo—. Y tú lo único que hiciste fue cagarla pero bien. No pienses que voy a volver, así que si quieres decirme algo dilo ahora.

No dijo nada, solo se escuchaban las gotas de agua caer sobre nosotros.

—Kai...

Y me fui, me fui sin volver atrás la mirada, sin dudar tan siquiera una milésima de segundo. Sabía que me arrepentiría por haberle dejado, pero se lo merecía, el muy gilipollas se lo merecía.

—Adios, Logan.

LOGAN

—No puedo prometerte el universo —le dije mirando las estrellas.

Nos habíamos subido al tejado de la casa y nos habíamos tumbado los dos juntos. No me podía creer que la chica a mi lado fuera la misma que conocí al principio, había cambiado tanto en tan poco tiempo.

—No quiero el universo —respondió—, quiero el cielo.

No podía prometerle nada, eso no iba conmigo.

—Kaira, ya sabes que... —me interrumpió.

—Te ponía a prueba, bipolar. Pero yo sí te juro el cielo —dijo acercándose y acompañando mi mirada con la suya a través de las estrellas.

Daría lo que fuera porque el tiempo se parara y pudiera vivir en este momento toda mi vida, pero como se sabía: no todo dura toda la vida. Aunque ahí estaba Kaira prometiéndome el cielo, qué ironía. Y tal vez fue porque me dejé llevar por el momento, que le prometí una cosa que sí cumpliría.

—Lo único que voy a prometerte es el mar.

Me miró y me sonrió tan dulce que supe al instante que ella sería la mujer de mi vida.

you can be king againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora