you can be king again

Cap. 8: Aloha wau ia 'oe

KAIRA

Me había vuelto a dar el bajón, no cené con Dave y Logan porque no estaba de humor para ello. Simplemente me acosté en la cama boca arriba y me puse a escuchar música, sonaba Solo Dance. Últimamente todo salía diferente a lo que esperaba, sentía muchas emociones contradictorias por mi hermanastro. ¿Sería eso estar enamorada? No tenía ni idea, nunca me había pasado.

Supuse que habrían terminado de cenar cuando Logan entró en mi cuarto y me llevó a la azotea de la casa. Demasiado romántico. Yo le había contado bastantes cosas de mi pasado, aunque no sabía por qué me había dado por decírselo.

El amor, querida amiga. El amor.

Una vez tumbados en el tejado de casa, Logan también me contó algo sobre su pasado. Su madre había fallecido de una enfermedad y se había quedado solo con su padre, y todo esto a los diez años. ¿Cómo sería Logan de pequeño? Probablemente más mono que ahora, que solo sabía enfadarse conmigo.

No sé en qué momento me puse tan cursi, pero me di cuenta de que Logan no era de esos que te prometían millones de cosas. Él era realista, él era Logan. Pero yo sí le prometí el cielo. Si le gustaba estudiar astronomía, me aseguraría que así fuera. Tampoco supe por qué hacía eso, pero algo me decía que lo iba a conseguir.

—Lo único que voy a prometerte es el mar.

Le miré y le sonreí. Sonreí como solo Logan había conseguido que lo hiciera desde que llegué aquí.

—Logan... —pero no pude terminar la frase porque ya me había vuelto a robar un beso.

—Aloha wau ia 'oe, Kaira —¿eso era hawaiano?

Me acababa de decir "te quiero", Logan me acababa de decir que me quería. Preferí dejarlo pasar, así que le respondí mirándolo a esos ojos azules que me volvían loca, y me di cuenta que era con él con quien quería pasar el resto de mi vida.

—Te quiero.

La chica orgullosa y cabezota también tiene corazón.

Qué amable estás tú.

Después de aquello bajamos a su cuarto, no me podía creer lo sencilla y bonita que era su habitación. Tenía fotografías de galaxias y constelaciones pegadas en la pared. Se veía perfectamente que era de Logan.

—¿Te gusta? —debió ver cómo me brillaban los ojos.

—No me esperaba que fuera así, pero sí. Me gusta.

—Me alegro —dijo sentándose en la cama—, porque te quedarás a dormir aquí ¿no?

¿En serio me estaba diciendo que me quedara a dormir con él? Este no era mi Logan.

¿Tu Logan? Por lo menos si os da por follar, será mejor aquí que en el salón.

Qué discreta estás hoy.

—Claro —y me tumbé a su lado.

La verdad era que estaba bastante cansada de todo el día, quería dormir.

—No pienses que vas a dormirte tan pronto.

—¿Estás resentido porque no te he dado el diez?

—Vas a acabar dándomelo.

—Arrogante.

—Orgullosa —dijo poniéndose encima de mí.

—Follemos o no, luego voy a dormirme.