Cap. 7: Más problemas

62 6 0
                                    

KAIRA

Nada más escuchar a Vicky me sentí como si mi cuerpo flotara. Más rápido que el rayo me di cuenta de que ya no me quedaba nada aquí, el resto de mi familia estaba en Hawaii y seguro que estaban muy preocupados por mí.

No me dio tiempo a llorar, a recordar o a pensar. Antes de lo que imaginaba había pedido al conductor que me llevara el equipaje hasta el aeropuerto, menos mal que solo llevaba dos maletas. Llegué en moto y facturé todo rápidamente para poder entrar al primer avión que saliera —el billete lo había cogido en el camino—, que tuve suerte y sería dentro de media hora.

Me senté a esperar rezando porque ninguno de los que dejé en casa se hubiera dado cuenta y se presentaran aquí y ahora. Estaba claro que no todo iba a ser de color de rosas porque, cuando anunciaron mi vuelo por el megáfono y me levanté, me encontré con esos ojos azules que, en el fondo, tanto me gustaban.

Yo me había presentado en el aeropuerto muy decidida a marcharme y no volver nunca más, pero hubo un momento en el que todo se me vino abajo. El momento en el que Logan se me acercó y pareció que el tiempo se paraba solo para nosotros, fue como en las películas.

—Vámonos a casa —dije, y rompí a llorar apoyada en el pecho de Logan.

Cancelé el vuelo y de camino a casa le estuve dando vueltas a lo que me había dicho. Que todos me estarían apoyando, y me vino a la cabeza la imagen de Vicky; y sobretodo que Logan no quería que me fuera. En ese momento no entendí el porqué de aquello, pero quién me iba a decir a mí que esta historia tendría como base un plato de cocina.

Al llegar fuimos directos al salón. Logan y yo habíamos vuelto solos en el coche porque había insistido en que tenía que descansar, en otras palabras, Logan había echado a patadas a todos los demás.

—¿Te apetece ver una película? —preguntó.

—No, quiero hablar de por qué habéis venido a por mí. Sobretodo tú, que pensaba que preferirías que desapareciera de tu vista.

—Aunque no lo parezca he cogido cariño a mi hermanita —y me sonrió mientras elegía algo que poner en la televisión.

Mi instinto me decía que no había sido por eso y como no era experta en callarme las cosas, lo dije en voz alta.

—No creo que haya sido por eso —suspiré.

—Ah ¿no? —y clavó su mirada en la mía—. ¿Y por qué crees que ha sido?

La verdad es que tenía una teoría que de seguro era cierta, pero me daba miedo que lo fuera. Y como siempre hacía lo contrario a lo que me decía la conciencia, volví a decirlo.

—Creo que te has pillado de mí y no ves el día en que me vaya de aquí y dejemos de picarnos en cada momento del día. ¿Cierto?

Directa y concisa.

Logan no me respondió al instante. A medida que lo había ido soltando, Logan se había ido acercado más hasta tenerlo sentado hombro con hombro y cara a cara. Por primera vez me fue imposible descifrar lo que sus ojos decían.

—¿Solo lo crees? —fue lo único que dijo.

—Sí, a ciencia cierta no...

No pude terminar la frase porque Logan ya había pegado sus labios en los míos.

—No sabes las ganas que tenía de hacer esto.

Ehh, amiga. Oye, amiga. ¿Quieres reaccionar?

Claro, pero no me imaginaba que esto fuera a ocurrir.

you can be king againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora