Capítulo 17

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Llevaba varios minutos despierta, pero en verdad no quería levantarse. Eso significaría tener que hablar con Soyeon y tener que verla llorar de la culpa, le duele por ser igual de culpable que ella. No tuvo que esperar mucho, sintió como Soyeon se separaba de ella lentamente y con todo el cuidado de no "despertarla". Cuando escuchó la puerta del baño cerrarse se giró para observar su habitación. Vió sus zapatos del día anterior a un lado junto con la corbata de su prometida y un poco más a la izquierda unas pequeñas y significativas manchas de sangre en su alfombra...que no dejaba de mirar.

De todas las cosas que pudiera hacer viajando al pasado es golpearse ella misma antes de hacerle daño a Soyeon. Definitivamente nunca volvería a hacerle daño así, de ningúna manera en general. Se levantó evitando ver de nuevo la mancha y tocó la puerta del baño, Soyeon le abrió al instante y se alegró al ver a la rubia cepillando sus dientes con ese cepillo con dibujitos de león que le había comprado como broma. No se contuvo y fue a darse un abrazo y dejar un beso en su mejilla.

—Buenos días.

Soyeon se acercó a el lavamanos a enjaguar sus dientes para luego sonreír tímidamente a su prometida.

—Buenos días...

Algo en ella se rompió cuando pudo ver el moretón en su mejilla y esa pequeña cortada en el borde de su labio, todo intentando ser opacado por esa inocente sonrisa.

—Voy a preparar desayuno.

La sorpresa en la cara de la chica le parecía confusa.

—¿Qué pasa?

—Miyeon...¿Vas a preparar desayuno?

—Sí, ¿Qué tiene de malo?

—Nada, no tiene nada de malo es solo...tu no eres de cocinar.

Tenía razón, en todo ese tiempo de relación todo lo que Miyeon había cocinado era un chocolate caliente que de alguna manera quedó con sabor a avena. Siempre salían a comer o lo hacían en casa de Soyeon, comiendo las sobras de lo que Yeeun hubiera cocinado ese día. Pero nunca era tarde para aprender, habían tenido una noche horrible y quería hacer todo para que Soyeon estuviera bien.

—Voy a prepararte el mejor desayuno de todos, ya verás. Además, tendrás aue comer mi comida cuando nos casemos.

—No tiene que ser así. Si quieres yo preparo el desayuno.

—Ya te dije que yo lo haré. —Fue a darle un beso está vez en los labios— Toma un baño y relájate, yo me encargo del desayuno.

Terminó de asearse y dejo a Soyeon entrando a la bañera. Mientras está fue lo más pronto posible a buscar en su teléfono "receta de desayuno romántico fácil", tal vez no tenía una idea clara sobre lo que era cocinar, pero veía a Yeeun haciéndolo y eso podría ser suficiente ¿No?

(...)

Había dejado que Shuhua fuera sola a la escuela, pudo haberla llevado y de paso ir al trabajo. Hoy estrenaría su nueva oficina y ya de por sí tiene una reunión importante. Pero había algo que la estaba matando, y era esa erección que persistía desde la noche anterior.

¿Por qué? Si después de todo, y por más rechazo que tiene hacía la masturbación, lo intentó tres veces. En la segunda consigo que se calmara un poco, pero no tardó en volver a ese estado y la tercera no fue la vencida. Buscó unos pantalones que le ayudarán a disimular y al ver que no tendría solución intento esconderlo como de costumbre. Pero había terminado fallando y sintiendo haber decepcionado a todas las drag queens que había conocido en su vida. Solo quedaba estacionarse, era muy temprano y habría poca gente en las oficinas. Solo tenía llegar lo más rápido posible a la suya y encerrarse ahí. Le diría a Wendy, su asistente, que le cediera la reunión a Irene si era necesario.

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