Capítulo 15

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El servicio empezaba a trabajar a medida que los invitados llegaban. Jennie estaba terminando de ser maquillada mientras Lisa ayudaba a Miyeon a arreglarse. La castaña dudaba, ¿Esto era necesario? No tenía porque probarle algo a Minnie, pero igual quería verse deslumbrante.

—¿Qué tal? —Dijo la chica mientras se alejaba un poco—Es de la última colección.

—Me veo increíble. —Un vestido blanco corto que dejaba sus hombros y espalda al descubierto— Nunca me había sentido tan bonita. ¿Así me sentiré el día de mi boda?

—Es lo más seguro, yo no puedo esperar para ser tu dama de honor. —Dijo Lisa mientras buscaba los accesorios de la chica— ¿Soyeon viene hoy?

—No lo sé, no hemos hablado. Lo más seguro sigue trabajando en su álbum, siempre dice que los grupos masculinos son más complicados. —Se alejó un poco y tomó su copa para terminarla de un trago— Me hubiera gustado que estuviera aquí y poder presumirsela a Minn— Nicha.

—¡No! —Gritó Jennie— Esto no es sobre Soyeon y tú, es sobre Nicha y tú. Quiero que salgas y le demuestres a esa perra, sin ofender a tu amiga Lisa, de que estás perfecta, que no la necesitas a ella ni a nadie. ¿Entendiste eso?

—No puedo creer lo que diré, pero estoy de acuerdo con Jennie. —Lisa tomó su celular para entrar a la cámara— ¿Nos tomamos unas fotos?

(...)

Le dolía la cabeza de tanto llorar, estaba recostada en gran sofá en L mientras veía al techo maldiciendose a si misma. ¿Qué había hecho? Traicionó a la mujer que ama, a su futura esposa y madre de su futuro hijo. Tenía que hablar con ella, tenía que decirle la verdad.

—Ya despertaste, te preparé un café. —La castaña le habló desde la cocina antes de empezar a caminar hacía ella —¿Cómo te sientes?

—Me siento el ser más asqueroso del mundo.

—En tu defensa...—La rubia giró hacía su amiga esperando que le diera alguna luz de esperanza por su situación— bueno no creo que haya algo para defenderte.

—Esto no puede ser cierto. —Cubrió su cara con sus manos en busca de calma ante la frustración—

—Creo que tu y Miyeon deberían hablar, tienes que ser honesta con ella.—La rubia la miró con expectativa mientras tomaba en sus manos el café que le ofrecía— No eres tonta, sabes que lo que pasó no estuvo bien, pero de todos modos luces bastante arrepentida.

—¡Estoy arrepentida! —Su llanto volvía a hacerse presente— Te estoy diciendo que mi mente estaba borrosa, en todo lo que pensaba era en Seungyeon, Seungyeon y más Seungyeon...gastamos un paquete de condones.

—Al menos te cuidaste...—La mirada seria de la rubia la hizo intimidar un poco— Lo siento...pero igual Soyeon, gastarás un paquete o solo le hubieras dado un beso, sigue siendo infidelidad.

—¡Ya lo sé! —Se estaba empezando a poner histérica pero la frustración le estaba ganando y su llanto era la prueba— No puedo decirle a Miyeon...

—No, tienes que decirle. Que no se supone que ella será tu esposa, es la primera que tiene que saber lo que hiciste.

—Si se lo digo entonces ya no será mi esposa, ¿Qué no estás escuchando? ¡Le fuí infiel!

—Escucha, no sé cuál sería el consejo más certero, yo nunca he estado en tu situación. Pero sí igual quieres mi opinión, te la voy a dar. —La castaña tomó la mano de la rubia para explicarle— Tienes que dejar la empresa, es más factible que la dejes tú, encontrarás trabajo más fácil en cualquier otra. Habla con tu novia, de manera sería y madura...y sin nada peligroso cerca. En esa conversación van a tener que hablar de sí ella va a perdonarte y seguirá contigo o sí ella...

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