Capítulo 32: Bromas.

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—Te cuidas ¿vale? y si —me recuerda Hugo. Son las 10:30 y ahora es que llego a la mansión. Álvaro y Amanda habían salido una hora antes.

—Ya me dijiste eso mil veces —ruedo los ojos. El suelta una risa socarrona que inmediatamente me contagia.

—Te amo, rubia —susurra en mi oído. Me despido de mi chico en la entrada. Las puertas se abren permitiéndome El Paso.

—¡Hija! —me llama mi madre desde el balcón de su habitación. Frunzo el ceño y subo las escaleras. Tengo una camisa y unos bóxers de Hugo.

Me adentro a la hermosa habitación dejándome caer en el badén de la ventana.

—¿Pasa algo? —la cuestiono. Tiene su mirada más apagada y nostálgica.

—Óscar está furioso, Liam los estaba llamando, pero nadie contestó. Claudia dijo que saliste con Amanda, pero esta llegó con Álvaro hace una hora.

Ruedo los ojos.

—¿y?

—Tú padre avisó que te iba a dar una lección cuando regrese —responde sentándose a mi lado.

—Patético —me levanto— si eso es todo voy a ver a Amanda —le informo antes de salir y tomo una manzana del tazón. Le tiro beso al aire.

...

—Hoy te ves más alegre —mi cuñada levanta sus cejas una y otra vez —al parecer es cierto lo que dicen, que el sex

—¡AMANDA! —vocifero sintiendo mi cara roja —ya cállate —le pido entre risas.

—O sea que si lo hicieron.

—Son cosas que no debes saber —reconstruyo mi postura. Ella entrecierra sus ojos, pero asiente.

Unos toques en la puerta nos interrumpe. Susan se adentra a las cuatro paredes.

—Tú padre está preguntando por ti, llegó con Stephan y John hace un momento.

Okey antes no sentía miedo, ahora si.

Pero tomo mi valor y salgo de la habitación. Amanda queda confundida más me sigue.

Bajo las escaleras para salir a la entrada que es donde se encuentran los hombres. Liam al verme llegar abre sus ojos como platos.

—¿Crees que estas son horas de llegada, Maya Monterrubio? —formula la pregunta con dureza mi progenitor.

—Papá ya

—¡ME IMPORTA UNA MIERDA! —cuando me intento acercar me empuja. Yo tropiezo con mi propio pie.

—Óscar cuidado —se mete mi madre agarrando su brazo.

Mi padre la ignora acercándose a mi con su correa ¡¿Pero qué?!

—Espero que no sea lo que estoy pensado —me atrevo a decir aún desde el suelo.

—Pareces una ramera llegando con esa ropa y a esta hora —pone una cara de desagrado —Que decepción siento de ti. Caíste bajo.

Aunque no lo demuestre me afectan sus palabras.

Mi padre levanta la mano con su correa en mano, pero es detenido por Stephan —el padre de Hugo—.

—Sabes que si haces eso pueda que te arrepientas —defiende el señor Brown —O mi hijo vendrá por ella si pensarlo dos veces.

—Ella no se moverá de aquí.

La voz de Liam interrumpe a todos.

—Maya ponte de pie, ve a tu habitación, prepara tus cosas y llama a Hugo que venga por ti —demanda el —O lo haré yo.

Una Venganza [Borrador] Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora