Capítulo 15: ¿Alerta Chernóbil?

32 4 12
                                    

Hugo.

No puedo creer que Maya escogió a Liam antes que a mi, eso es una indignación ante mi persona.

No sé si ella estaba enojada por el hecho de que Lorena Rubio, mi ex, estaba en su misma casa y aparte, me recibió con ese auténtico y caluroso abrazo. No mentiré que no sentí una repulsión cuando la chiquilla dijo que se iba con Liam.

Hugo, cariño mío, tu ex está en la misma casa que tú amada, bueno, amiga, ¿Qué esperas que ella haga? ¿Aplaudirlo?

Gracias por tan maravillosa discreción ante tus palabras, conciencia.

Para eso estamos.

***

¡Lorena no se calla Dios mío! Esa chica desde que se apegó a mi brazo como tal tarántula a un árbol, no ha dejado de parlotear sobre sus bolsos, viajes, ropas, universidad, entre más cosas sin sentido alguno y que nos importe.

—¿Entonces fuiste a París el mes pasado? —Alisha pregunta. Ella al parecer es la única interesada en su charla.

—Siii, compré muchas boinas y zapatos, creo que no los usaré pero servirán de adorno para mi recámara —chilló con emoción. Se recostó aún más a mi pecho. Me estoy estresando y Maya no llega.

—¿Estudias en Pace University in New York, cierto? —mi madre acomodó sus manos en símbolo de que está escuchando con atención.

—Ehh si, pero quise parar mi estadía para poder viajar a París, señora Brown —sonrió. Mi madre devolvió la sonrisa y tomó un sorbo de su mojito de limón.

—Álvaro —llamé. Pero este estaba demasiado concentrado mirando a mi hermana. Siento una química en esos dos. — ¡Álvaro! —Lorena se removió a mi lado.

Smith por fin se percató de mi llamado de auxilio y con la mirada le indiqué suplicante que me sacara de aquí.

—Hugo, me acompañas a...—Miró a todas partes buscando una excusa —traer más barbacoa y bebidas? —finalizó.

—Claro, claro —acepté gustoso.

—¿Nuez, enserio? —y me seguía llamando por ese apodo— Deja que uno de los sirvientes y Álvaro la traigan, quédate conmigo más tiempo —suplicó la pequeña voz chillona.

—Lorena déjalo, no estará apegado a ti toda la noche, cansas chica —mi hermanita se dirigió a Lorena. Mi madre abrió la boca para protestar por su vocabulario pero Amanda le instaló una conversación.

Los hermanos Brown no nos llevamos tan mal después de todo.

Saqué a Lorena de encima de mi y comencé a caminar junto a Álvaro a la entrada de la mansión. No se veía nada de rastros de Liam, ni mucho menos de Maya.

—Oye amigo cálmate, no les pasará nada, quizás salieron a comer algo o Maya quizo ir de shopping —aseguró.

Han pasado dos horas, ¡dos horas! Salir a comprar un celular solo tarda unos 40 minutos, no ¡dos horas!

—Hugo, ¿Sabes que tienes tu mandíbula apretada? Wow hermano, te pegó fuerte tu ataque de celos —se echó a reír tanto que se empezó a ahogar.

A lo largo del pasillo que da a la entrada, visualicé unas luces provenientes de un vehículo entrando a la mansión. El auto de Liam.

Maya bajó del auto y se detuvo a esperar a Liam. ¿Enserio? Cada vez me irritaba más. Espero y Liam no la cague, sabe que Maya me atrae por lo que el no puede cometer una locura. No quiero que se repita lo qué pasó hace dos años más o menos.

Una Venganza [Borrador] Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora