Historia corta.
Donde los chicos del Nekoma deciden irse dos semanas de campamento para celebrar el cumpleaños de Kuroo.
Y donde Kenma escribe notas mientras aprovecha un viaje al que definitivamente no quería ir para saber si vale o no la pena conf...
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17 de noviembre.
Feliz cumpleaños, Kuro.
Ya son 18 años, es difícil de creer. El tiempo vuela.
Todavía recuerdo tu primer cumpleaños luego de mudarte a nuestro vecindario. Tu padre vino a darle mi invitación a mi madre porque a ti te daba pena, y cuando fuí solo eran tu padre, tus abuelos y tú.
Y había tarta de manzana.
Convenciste a tu abuela de que hiciera tarta de manzana para mí porque yo era tu único invitado, además, sabías como era y no querías que la pasara mal.
Era tu cumpleaños. Y aún en ese momento seguías pensando en los demás.
Al año siguiente habían dos chicos más, y al siguiente habían tres más, y al siguiente habían cinco más. Cada vez te ibas soltando más, e ibas haciendo más y más amigos. Y aún así, el primer invitado a tus cumpleaños siempre fui yo.
Y tú fuiste el único invitado a los míos.
Al menos hasta que entré a preparatoria y mi madre comenzó a invitar a los idiotas del equipo a mi casa. Pero ese es otro tema.
No tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho por mi. Desde el primer momento. Siempre estuviste para mi, siempre me entendiste y me respetaste. Aún cuando a nadie le apetecía ser amigo de alguien como yo.
Y no sabes cuanto te lo agradezco, Kuro.
Sé que yo mismo siempre digo que no necesito tantos amigos, y es cierto. Pero sin duda debo agradecerle a nuestros padres por obligarnos a pasar tiempo juntos.
Sin ti en mi vida mi crecimiento habría sido tremendamente solitario.
Quisiera decirte todo lo que siento por ti, quisiera decirte que desde hace un tiempo mi corazón ha estado latiendo por ti, y quisiera decirte lo mucho que te quiero.
Porque me gustas, Kuro.
Me gustas desde hace tiempo.
Y te quiero.
Son todas las veces que aceptaste jugar mis videojuegos por horas. Son todas aquellas veces que me sacaste de mi casa para practicar. Son todos los cumpleaños y todas las pijamadas. Son todas esas veces que me has regañado por no dormir o no comer, y todas las veces que te preocupaste por mi cuando me daba fiebre después de un partido. Son todos esos años de primaria, secundaria y ahora, preparatoria. Son todas las prácticas y todos los juegos de voleibol. Son todos los amigos que he hecho gracias a ti. Y son todas las cosas que he logrado gracias a ti.
Son cosas tan efímeras como unas palabras de consuelo, o un abrazo cuando tengo una pesadilla. Gracias por haber limpiado mis lágrimas.
Me gustas mucho.
Soy quien soy, todo gracias a ti.
Y te quiero tanto.
Tanto, que decidí no decirte lo que siento.
Tal vez ya crecí, tal vez ya no tengo siete años. Pero en el fondo sigo siendo el mismo Kenma asustadizo al que le da demasiado miedo lo que puedan pensar los demás. Y contigo siempre ha sido diferente, contigo no tengo miedo de mostrarme tal cual soy.
Pero no soy tan valiente.
Y no puedo arriesgarme a perderte por algo tan ajeno a mi como un enamoramiento.
Sabes que soy analítico por naturaleza, así que espero que entiendas que no puedo poner en riesgo nuestra amistad cuando no tengo ninguna pista de cómo podrías reaccionar a mi sentimientos.
Después de todo, soy el cerebro del Nekoma, ¿verdad? Tú mismo me pusiste ese apodo.
Lo siento mucho. No por ti, sino por mi.
Pero no te preocupes, nuestra amistad seguirá intacta. Me encargaré de enterrar estos sentimientos lo más abajo que pueda. Porque sabes que nuestra amistad es de las cosas más preciadas que tengo.
Quiero seguir creando experiencias junto a ti, quiero que tengamos más pijamadas, más salidas, más cumpleaños, y más prácticas de voleibol.
Quiero verte crecer. Quiero verte ser quien eres.
Quiero seguir siendo Kozume Kenma, el mejor amigo de Kuroo Tetsurō.
Y me encargaré de cuidar eso. Unas notas atrás dije que me gustaría poder protegerte, pero ambos sabemos que es un poco difícil. Así que tal vez no sea físicamente, pero prometo proteger nuestra amistad con todo lo que tengo.
Aunque eso implique sacrificar mis sentimientos.
Sigue siendo tan feliz como eres. Sigue sonriendo y sigue haciendo sonar esa risa tan horrible que tienes.
Eres increíble. Me alegra mucho poder tenerte en mi vida.
Felíz cumpleaños, Kuro.
–Con cariño, Kenma.
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