Prioridad: ¡SOBREVIVIR! [✔]

Capitulo 3: No nos movemos

Juana pensó que era mejor ya comer algo antes que se hiciera mas oscuro, ya que no parecía buena idea encender ninguna luz dentro del coche.

A sin que intento despertar un poco a Diane y le pregunto si quería comer algo, a lo que le respondió que si.
Cogió sus mochilas y Diane señalo uno de sus tres bocadillos, a sin que Juana lo cogió se lo abrió pero antes de coger las mochilas ayudo a que Diane se sentara como podía y cuando le dio el bocadillo también le dio la botella de agua de 500ml que estaba ya casi terminada.
Por otra parte Juana se cogió la mitad de bocadillo que tenia del medio día y su botella ya no tan congelada de 1 litro, que casi ya estaba por la mitad.

Comieron tranquilamente y hablaron en susurro, Juana le contó a Diane lo que iba escuchado en la radió, haciendo que casi se atragantara con un trozo de bocadillo que tenia en la boca.

—Eso significa que estas en peligro ¿no?—le dijo Diane como podía después de tragar bien el trozo de bocadillo que le iba quedado en la boca.

—Anda bebe un poco de agua.—le contesto Juana dándole la botella para que bebiera.—Que yo sepa estoy a salvo.—le contesto a la pregunta modo obvia.

—No me refiero a eso y lo sabes. Eres medico especializada en cirugía aparte eres bióloga de genética.—le replico Diane después de beber un poco de agua.

—Pero ninguno de esos zombies han venido por el momento por mi, a sin que no te preocupes.—le dijo levantado los hombros como quitándole importancia.—Bueno hoy dormiremos aquí y no nos moveremos hasta mañana, a sin que descansa.—le dijo al final terminando la mitad que tenia del bocadillo y dándole y un último sorbo a su botella de agua.

—Vale, mañana ya pensaremos en algo...—dijo dejando el culo del bocadillo y guardándolo, aparte se termino la botella de agua de 500ml que empezó en el medio día. Dejaron las bolsas bien abajo detrás del asiento del piloto donde estaban antes, Diane se estiro de nuevo en los asientos traseros, la cabeza como antes en el asiento que estaba justo atrás del asiento del piloto y los pies en los asientos que están atrás del asiento del copiloto, y se tapo con la manta, bueno mejor dicho la taparon con la manta. Juana por otra parte cogió la otra manta que había en el coche, y como pudo se acomodo en el asiento del copiloto, puso el asiento para atrás para estar mas estiradas y lo suficientemente cómoda, bajo el volumen de los dos móviles por si las moscas y se tapo con la manta, empezó a cerrar los ojos hasta quedar completamente dormida igual que Diane que ya estaba en las cuatro maravillas del sueño.

Diane se despertó alterada por una pesadilla, haciendo que Juana también se despertara.

—¿Estas bien?—pregunto con voz ronca de recién despertada Juana a Diane mirándola.

—Si, solo fue una pesadilla.—le contesto Diane con una mano en su cara, mientras se calmaba del sobresalto de la pesadilla.—¿Que hora es?—pregunto después de unos segundos de silenció.

—Son las 10:45 de la mañana, parece que si que teníamos sueño.—le respondió Juana mirando su móvil.

Diane la miro cuando cogió el móvil.-Normal con lo cansado que tiene que estar nuestros cuerpos. ¿Cuánta batería tienen?-dijo con una sonrisa y después pregunto mirando los móviles.

—El tuyo tiene 79 por ciento y el mío 65.—le respondió Juana mientras miraba los móviles.

—Lo mejor sera que los apaguemos y hoy no nos movamos de aquí.—le dijo Diane intentando sentarse.

—Pero lo mejor es que fuéramos a un hospital para coger algún antibiótico mas fuerte de los que tenemos.—le contesto Juana preocupada.

—Me tomare hoy algunos que tenemos aquí, y si quieres cada veas que es necesario me curas la herida o me la miras.—le contesto ella mirándola a los ojos.

—Pero..—iba a contestarle Juana pero fue interrumpida.

—Nada de peros, si esto es un apocalipsis zombie lo mejor será no acercarnos los primeros días por nuestra seguridad.—le contesto Diane con seriedad haciendo que Juana asienta con la cabeza.

—Vale pero mañana nos movemos.—le contesto también seria.

—Si, capitana.—le contesto Diane con diversión en su voz.

Y eso hicieron, ese día se quedaron en el coche, se pasaron las horas hablando, comían un poco, Juana revisaba, y curaba la herida de Diane aparte le miraba la temperatura, por otra parte Diane intentaba hacer los movimientos justos y se tomaba los medicamentos que Juana le daba.

Rápidamente ya era el siguiente día, Diane se sentó como pudo en un asiento de la parte de atrás con el cinturón puesto pero sin que le apretara, mientras Juana se puso en el asiento del copiloto con el cinturón puesto, antes de sentarse Juana quito lo que había puesto en las ventanas y en parabrisas para poder conducir mejor, por suerte no habían muchos zombies alrededor.

Se pusieron en marcha, al principio del camino fue muy tranquilo no había ni ruido, ni zombies.

—¿Has encendido los móviles?—pregunto Diane haciendo asustar sin querer a Juana.

—¡Mierda! que susto me has dado, pensaba que estabas durmiendo.—le dijo mirándola de reojo.—No, aun no los e encendido, cuando nos estemos quedando sin gasolina y paremos en una gasolinera los enciendo.—le contesto a la pregunta mirando totalmente a la carretera.

—Sabes, eh estado pensado.—dijo atrayendo la atención de Juana pero sin que ella apartara la vista del camino.—Puede que no te ataquen como a los sanitarios por el olor o algo.—le dijo pensativa mirando el paisaje por la ventana.

—Puede ser, pero no se... bueno ya lo averiguaremos tarde o temprano.—dijo Juana siguiéndole la conversación.

—¿Tu crees que nuestros familiares estén bien?—pregunto Diane con un deje de preocupación.

—Espero que si, hay que tener esperanza igual que ellos tienen que tener de nosotras.—le contesto intentando parecer segura.

—¿Te imaginas que ellos piensan que estamos muertas?—pregunto esta vez mirando a Juana.

—No pensemos en eso.—le contesto.

—Bueno en si que pensaran en eso seria bueno para su supervivencia porque solo pensarían en ellos.—dijo Diane seria.

—Hay esta tu lado soldado a flote.—dijo Juana soltando una pequeña risa.

—Nosotras tendríamos que pensar a sin, tenemos que vivir.—dijo también con una sonrisa.

—Sobrevivir.—dijeron las dos al mismo tiempo dándose apoyo y animándose.

El resto del camino fue mas silencioso, ya habían casas y se podían ver edificios. Había que tener cuidado porque habían ya algunos zombies, y algunos coches parados en medio, cosa que le extraño a Juana pero que después preguntaría a Diane ya que esta se iba quedado dormida.