Nigrum Paladinus Ángelus Mortis

Dolerem inferens sacrificium.

Los papeles dispersos por el suelo se extendían cubriendo por completo la madera pulida del suelo, el tintero de acero yacía junto a una pila de documentos manchando con tinta el contenido dentro de aquellos papeles haciendo imposible leer el contenido escrito en estos.

Todo estaba saliendo mal, demasiado mal...

Kaleth había destrozado una pluma de acero entre sus dedos, los trozos de metal cayeron sobre el escritorio junto a pequeñas gotas de tinta. Fragmentos de un pergamino se mezclaban con la tinta derramada por la punta de la pluma, las noticias impresas en el trozo de piel curtida no eran alentadoras para sus planes un acuerdo tan viejo que pocos conocían su existencia, ese acuerdo ataba sus manos no existían nada que pudieran hacer en su situación actual.

Un mes intentando recuperar a Cinis, un mes sin avamces…

Mordiendo sus labios evitó emitir un gemido de frustración ¿no había forma de ayudar a su amigo?. Todas las posibles salidas que encontraban al final no tenían posibilidades de ser ejecutadas ni el propio Kaleth tenía idea de cómo abrir un hueco en ese viejo tratado.

Sus propias leyes los estaban atando de manos para interferir.

Recargado sobre el pilar central rodeado de pilas de pergaminos y libros Baal observaba en silencio su discusión sin intervenir su pose perezosa demostraba su falta de preocupación ante la situación, entre sus manos un trozo de piel curtida contenía las leyes que los Ángeles no podían romper… leyes dictadas por los propios arcángeles en acuerdo con viejos dioses de religiones antiguas y ancestrales... una ley que evitaba interferir en tierras regidas por deidades.

Leyes que no podían violar..

-Me sorprende que sean tan estrechos en su visión, entrar a esas tierras es algo mucho más fácil de hacer que sus absurdos planes de rescate. Ese tratado tiene un notable error que podemos usar a nuestro favor y es tan fácil como exigir la devolución del objeto sagrado que fue robado por las deidades que gobiernan las tierras donde pretendes entrar, eso sería suficiente para crear un motivo válido que les permita entrar a ese país.

-Él no es un objeto... Cinis es mi amigo, decir que tiene el mismo valor que un cáliz o una reliquia es imposible y es un insulto…es un ser vivo.

El Dios parecería fastidiado y molesto con su respuesta.

-No hablo de ustedes, si soy yo quien reclamó el robo de algo que considero sagrado no habría problemas porque sería un problema entre dioses de una misma corriente, ustedes solo estarían acompañándome como testigos ¿Algo les prohíbe hacer eso?.. hasta ahora solo veo limitantes para evitar guerras y no sobre brindar su compañía a un dios que pide su ayuda en un juicio.

-Eso….

El viejo documento fue extendido tomándolo entre sus dedos observó la vieja y casi diluida tinta sobre aquella piel ya gastada, ciertamente ya había memorizado todo el texto y no recordaba una prohibición de ese tipo, sus leyes no prohibían ser testigos para un dios de las antiguas creencias y servirle como guardaespaldas.

Finalmente entendió la idea que estaba siendo planteada frente a ellos.

-Les dejo el resto a ustedes redacten una queja formal a mi nombre, recuerden hacer una copia del documento exactamente igual ambos papeles deben contener el mismo texto o estaremos en problemas… si es como pienso el primero se destruirá para darnos acceso a esas tierras, iré con ustedes en cuanto visite una "montaña verde".

-¿Qué planeas hacer? darnos tu ayuda para algo así, no estarías ganando nada y te expones a terminar en problemas con otros dioses.

-No puedo hacer esto solo Kaleth estoy demasiado débil para lograr algo por mi mismo y presiento que no será tan fácil liberar a Horus de esos dioses aún si logramos entrar a esas tierras, debo buscar a la única persona que tiene un poder absoluto sobre mi alumno, tardaré solo 7 días en regresar hasta ese momento mantengan la calma, ahora debo irme y encontrar a esa persona lo antes posible.