ORPHIC (Kpop Multifandom)

CAPÍTULO 2

SIYEON POV

2072

Solo eran las doce de la mañana, pero ya se me estaba haciendo el día eterno, una vez más, por suerte ya hacía tiempo que la presión no podía conmigo, era el operativo más importante que había tenido jamás, el más peligroso también, con el que más estaba sufriendo viendo a la gente morir, una tras otra, era un puto horror, pero aun quedaba una esperanza, Jeon Somi era nuestra puta esperanza. Si Byun BaekHyun conseguía un equipo que la consiguiese mantener con vida, podía salir bien, había más esperanzas de que lo hiciese.

La carpa donde estaba metida cada vez estaba más cargada de aire caliente, todo el mundo trabajaba duro e iban entrando algunos que otros a coger materiales para seguir curando a los heridos que venían de otras tandas, no eran muchos, o los que conseguían llegar a la base a pie y los refugiábamos aquí, intentábamos cuidar y acoger a todo el que llegase.

-¿Cuánto tardan EunWoo y MoonBin en llegar? – le pregunté a Rocky de pie junto a una enorme pantalla, mirándola con atención.

-Deben estar al llegar, pero solo traen a dos de ellos, a los que han encontrado – me explicó.

-Dos de cien – susurré mirando otra pantalla, con la imagen de Jeon Somi en ella.

Apoyé las manos en la mesa y cerré los ojos, todo se estaba yendo a la mierda, pero teníamos que resistir, sabía lo duro que era enfrentarse a los homínidos, yo misma lo había hecho.

-SiYeon – Jiu, una de mis mejores amigas y de mis manos derechas, me llamó desde la puerta – te toca la cura.

-Hazlo aquí, no me puedo ir, tengo que saber sobre Somi – le dije yo cogiendo un taburete alto.

Jiu entró junto a Sua, mi otra mejor amiga, la primera se puso de pie detrás de mí y me ayudó a quitarme la camiseta para hacerme la cura de la herida de la espalda, esa que me la cruzaba por completo y que parecía que no se curaba jamás.

-Viene la Coronel Jennie – me dijo Sua apoyándose en la mesa frente a mí y alcé las cejas sorprendida – es una de las escoltas de Jeon Somi.

Asentí con la cabeza, sabía que era una auténtica putada pedirle que se quedase conmigo para controlar esa mierda, pero la necesitaba, tenerla solo por teléfono y gestionarlo todo así me estaba volviendo loca, siempre fui de contacto físico, del cara a cara.

-Mingi – me dio la ficha de un chico de mi edad, más o menos – Capitán de las fuerzas especiales de Corea – me explicó y asentí también con la cabeza – MinGyu – me dio otro papel y lo miré, sintiendo como Jiu me mojaba la espalda para limpiar la herida – ha salido hace tres días de la cárcel.

-¿Y es escolta de Somi? – alcé las cejas mirando a mi amiga.

-Experto en armas, explosivos y supervivencia – sonrió un poco – y, además, está buenísimo.

-No vamos a engañarnos, las cosas como son – rió Jiu detrás de mí – lo metieron en la cárcel por robo a mano armada, lo soltaron antes por buen comportamiento y por las condiciones que ha tenido durante toda su vida, los jueces consideraron que influía en lo que había hecho.

Me lamí los labios y leí su expediente, un buscavidas asaltante, apretaba el gatillo hasta cuando no era necesario. Me gustaba.

Igual que Mingi, su expediente de asaltos y misiones era excelente, había tenido un tiempo de retirada, pero estaba completamente por la labor de nuevo y todas sus opiniones eran espectaculares, una puñetera máquina de matar, imposible de vencer. Pedido por las tropas de Ontlan, Pouver, Srago y Drido, pero él siempre se había quedado en Zison.