Robbie Evans.
[+18]
Sus labios se movían con mucha intensidad en mi cuello y sus manos se aferraron a mi cintura con fuerza, aún no me había quitado ni una sola prenda de mi pijama y Zack ya se había despojado de su playera. Dejando a relucir su ejercitado abdomen.Comencé a acariciar su espalda desnuda sintiendo la suavidad y la calidez de su piel en mis manos, se siente tan bien y tan caliente cuando mis brazos lo rodean, como si de una estufa humana se tratase.
—Ya quítate ese horrible pijama, me incomoda y su estampado me da comezón— habló tirando de los bordes de mi playera hacia arriba y una vez que desistí de ella la arrojó a un costado mientras dibujaba una pequeña sonrisa al verme igualdad de condiciones— Mucho mejor— agregó besando nuevamente mi cuello, descendiendo en un camino de besos desde mis clavículas hasta mis pectorales.
—No hables así de mi playera de Deku o te...aaaah— solté un gemido cuando sentí su la punta de su lengua pasar por uno de mis pezones mientras con sus dedos pellizcaba el otro. Tapé mi boca al instante al recordar que mamá estaba en la casa.
—¿Decías?— preguntó en tono burlón poniéndose frente a mí.
Me acerqué disimuladamente a sus labios buscando probar ese sabor tan tentador , en cuanto sintió el mínimo roce de los míos su mano se aferró a mi cuello con poca fuerza pero la suficiente para detenerme, expresó una sonrisa pícara al adivinar mis intenciones.
—¿Otra vez debo aclarar lo obvio?— habló mientras usó de su agarre para empujarme unos pasos hacia atrás, haciendo tomara asiento en el colchón.
—¿Hasta cuando seguirás con eso, cuando romperás esa estúpida regla?— me quejé mientras que con mis manos rodeaba su cintura.
—Dudo que lo haga, los límites son buenos.
Esa era la única regla que había entre nosotros cuando quedábamos solos en el cuarto; el podía hacerme lo que el quisiese y yo a él, pero no podíamos besarnos.
No importaba que tan excitados estemos, que tanta adrenalina haya en nuestros cuerpos ni qué tan fuerte fueran nuestros orgasmos, nuestros labios no podían tocarse en ningún momento, siendo esto algo de lo más molestos en todas y cada una de las ocaciones en que Zack y yo lo hacíamos
Renege muchas veces de esa regla, diciéndole que estábamos haciendo mucho más como para que la mayor prohibición sea un simple beso, pero su respuesta siempre era la misma;
“Los límites son buenos.”
Comenzó a bordear mi labio inferior con su pulgar, seguramente sintiéndose dominante ante su perspectiva de estar de pié frente a mí mientras yo me encontraba sentado e indefenso a la espera de que lo que sigue.
Su vista era buena, pero la mía mucho mejor. Observando desde la erección que guardaba en sus pantalones, subiendo hasta su bien trabajado torso dueño de mis más oscuras fantasías, finalizando por su tan atractivo rostro que me observaba desde arriba con deseo y lujuria. Un escenario que repetí más veces de las que recuerdo, pero aún así nunca me canso de verlo.
—Harás algo mucho mejor que eso— susurró en mi oído para luego morder el lóbulo de mi oreja, solté un pequeño gruñido de placer, segundos después empezó a bordear ambos labios en forma circular para al final meter su pulgar dentro de mi boca. Comencé a lamerlo y a moderlo despacio mientras miraba directo a sus ojos.
Con su mano libre desabrochó su jeans, y un segundo antes de que bajara su cierre tomé la pequeña cremallera con mis dientes bajándola poco a poco. Devolví la mirada a su rostro encontrando un Zack mordiendo sus labios.
ESTÁS LEYENDO
I'm Fine.
Teen Fiction"El amor es tonto, hiriente y sobrevalorado." ⚠️Todos los derechos reservados, prohibida su copia y/o adaptación.