THE FEELS [Tokyo Revengers]

0 9

—El amor, el amor, no deja de seeer. —Cantaba Ran para molestarme.

—Ya cállate Ludoviquito Peluche. —Gruñó su hermano.

—¿Por qué viene un puntito rosa corriendo hacia nosotros? —Cuestionó Sanzu entre cerrando los ojos.

—¡Aaahhh, estás aquí! ¡En verdad estás aquí! —Exclamó ese puntito rosa a lo lejos antes de hacerse grande y saltar sobre mi.

—¡La princesa! —Exclamó Hanma.

—Ya la chupó el diablo, ahí dejenla. —Dijo desinteresado Taiju pero igual en broma.

—Ay, ay, mi cabecita. —Murmuré.

Cuando pude ver a quien estaba sobre mi, una chica de cabello corto, rosa y con un lunar abajo del labio estaba sobre mi.

—¡Te amo como no tienes idea! ¡Cásate conmigo! ¡A tijerazos no hay embarazos!

—¿Eh? 

—¡Cuando mis amigas dijeron que habías llegado a nuestra escuela no lo creí! ¡En verdad te admiro! ¡Coleccioné todas las revistas en las que saliste en el dos mil tres!

—Awecandelala (como a «chingar su madre» pues pero de bonita forma.), a mi princesa no la vas a estar molestando, rarita. —Dijo Ran empujando a la chica para después levantarme y limpiarme el polvo con su chaqueta.

—¿Y ella quién es? —Cuestionó South mirando mal a la pelirosa.

—¡Hinata Tachibana, voy en el... 1-C!

—¿Vas en primer año?

—¡No señor!

—¿Que pedo? ¿Por qué gritas?

—Ha de tener complejo de militar.

—Oh, lo siento, estoy emocionada. Voy en tercer año, el mismo año que ustedes pero en el C.

—¿Cómo conoces a Moon? —Cuestionó South colocandose frente a mi.

—Ah, soy muy fan de la marca de ropa de su madre, Yeji Hwang, me leo todas sus revistas de moda de su agencia aunque no puedo conprar su ropa, la cosa es que desde que ella saco a la luz sobre su hija heredera, y que además iba a aparecer en el nuevo catálogo me emocioné y desde entonces la sigo. Te sigo en Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat y todas las aplicaciones posibles.

—Te lo dije, una rarita. —Susurró Ran.

—¿Y qué no sabes lo que es privacidad? No puedes lanzarte a las personas, menos si son celebridades, Dios. —Gruñó Taiju sujetandose el tabique de la nariz.

—Pido perdón por eso, es que no pude controlarme. ¡En verdad estás aquí! ¿Por qué dejaste de salir en las revistas? Solo estuviste la primera temporada hasta que sacó una nueva colección.

—Ah, no me gustó la prensa, invadían mi privacidad. —Dije algo incómoda.

—Ay mira que tarde, ya nos vamos al salón, que tengas mal día, ojalá te caiga popo de pájaro y te dé chorro. —Dijo Rindo cargándome para después ellos correr hacia nuestro salón.

—Mierda, es una psicópata. —Dijo asqueado Kakucho.

—De ahora en adelante tendremos que cuidar a Moon de esa maniática. —Murmuró Kisaki virando los ojos mientras iba a sentarse.

—No me parece tan maniática. —Murmuré encogiendome de hombros.

—Como te gusta llevarme la contraria. —Gruñó Kisaki acomodándose las gafas.

—Es un don una maldición. —Sonreí abrazándome a su brazo.

—Eres molesta. —Bufó mirando hacia otro lado.

°°°

—¿Qué se te perdió? —Cuestionó burlón Draken mientras bebía su refresco.

—Estás muy lindo hoy, ¿Es por mi? —Sonreí boba.

Habían pasado ya unos días, quizás unas semanas desde que Draken y yo nos hicimos novios.

Aunque a él no le gusto la forma en la que se lo pedí y él hizo algo grande con ayuda de Taetae, incluso pidió una videollamada con mis padres para pedir mi mano.

De inicio ellos no estaban muy de acuerdo, pues según una relación después de ser amigos no podría funcionar.

Pero después estuvieron de acuerdo y entonces Draken me propuso ser su novia y así, obviamente acepté.

—Ja, ya quisieras.

—Ah, bueno. —Me crucé de brazos y miré hacia otro lado.

—Oye, si, me puse lindo para ti. —Rió colocando sus manos en mi cintura para acercarme a él.

—No, ya no quiero nada. —Bufé.

Draken tomó mi cara entre sus manos y se acercó a mi para besarme.

—Te tengo una propuesta. —Dijo quitándole la anilla a la lata de refresco. —Tú y yo, en unos años, cuando seamos adultos, nos casaremos, y tendremos tantos hijos como quieras.

—¿Qué? ¿Lo dices en serio?

—Sé que es muy precipitado, pero en verdad quiero algo serio y duradero contigo, y ésta, es una forma de demostrartelo.

Draken tomó mi mano y colocó la anilla en mi dedo.

—Es una promesa. —Sonrió besando el dorso de mi mano.

Sonreí feliz, salté sobre él para besarlo y luego besar toda su cara mientras lo escuchaba reír.