THE FEELS [Tokyo Revengers]

0 6

—¿Éste pantalón me hace lucir más delgado? —Preguntó Ran mirándose al espejo, mientras levantaba el trasero. —Pues las nachas se me ven bien, me lo quedo.

—Ay ayudaaa, no me cierra. —Lloriqueó South tratando de ponerse una camisa que le había gustado.

—Oh, esa la compró en la tienda de mamá, quizás todavía tengan de tu talla. —Animé y el suspiró tomando una chaqueta de mezclilla.

—Oí, Moon. —Llamó Kisaki con mi celular en las manos y yo lo miré atenta. —El chico ese, ¿Es del que nos hablaste?

—Si, pero, no sé, ya no es lo mismo. —Murmuré jugando con un cinturón. —Me siento traicionada.

—Bueno, deberías entenderlo, es hombre. Y nosotros como hombres sabemos qué pensaría.

—¿Y qué piensa? —Ladeé la cabeza.

—De acuerdo con lo que dijo, y escuchamos, quizás solo se alejó de ti para pensar bien las cosas, ya sabes, son amigos y quizás no quería perder una valiosa amistad. —Dijo Mucho y yo asentí.

—Y ahora valió pa' puro chorizo porque le dijiste que no te gusta, entonces ahora pensará que en verdad todo se acabó. —Señaló Sanzu midiéndose un traje azul.

—¿Y qué se supone que debo hacer? No quiero perder la amistad de Drag porque eso significaría perder la de Mikey y ellos.

—Para empezar su amistad ya se acabó desde antes, porque se supone que eran amigos y ellos le dieron preferencia a Draken, y te dejaron de hablar. Esos no son amigos. —Me dijo Kakucho.

—Pudieron seguir hablandote, pero sin decirte sobre Draken, ¿Y qué hicieron? Te ignoraron, te alejaron y para colmo hasta ahora no te han hablado ni porque te cambiaste de escuela. —Dijo Taiju con el entrecejo fruncido.

Los chicos siguieron midiéndose la ropa, y yo sólo me quedé mirando un punto fijo en la puerta.

Kisaki me devolvió mi celular, lo dejé en el mueble y continúe sacando la ropa de papá en sus tiempos de joven.

—Para ser ropa del año de caldo, está muy bien conservada, aunque muy fifi la neta. —Dijo Hanma dándose una nalgada mientras se miraba al espejo, me reí de él.

—Tengan, llevense lo que quieran. —Dije poniendo el montón de ropa sobre la cama, ellos tomaron lo que más les gustó y comenzaron a desnudarse de nuevo.

Bajé mi cabeza para no verlos y sólo me puse a jugar con mis manos.

—Bien, ¿Cómo me veo? —Preguntó Ran colocandose frente a mi, usaba un traje morado.

—Como un playboy. —Dije burlona, él sonrió.

—Me agrada ser tu amigo. —Dijo palmeando mi cabeza.

°°°

—Holaaa. —Exclamó Mikey entrando a mi casa.

—¿Qué haces aquí? —Cuestioné.

—Bueno, estaba hablando con Kenchin, y bueno, me dijo lo que había sucedido. —Tomó mis manos y me miró a los ojos. —¿En verdad te cambiaste de escuela? ¿Eso significa que no quieres saber más de nosotros? Sólo dime una cosa, Moon, ¿Crees que tú y todos nosotros dejaremos de ser amigos sólo por apartarnos un poco?

—Ustedes me apartaron. —Dije soltando sus manos. —Le dieron más preferencia a Drag... a Draken que a mí, dejaron de hablarme y ni siquiera se molestaron en mandarme un mensaje. Mikey, estuve semanas tratando de acercarme, pero ustedes siempre me evitaban.

—Moon, lo siento, Kenchin dijo que estaba algo confundido y que quería mi apoyo, y... lo siento también por no pensar en como te sentías tu. —Murmuró afligido.

—Está bien, te perdono. —Sonreí acariciando su mejilla. —Pero no regresaré a esa escuela, las chicas comenzaban a dañarme físicamente hablando, y aún tengo unos cortes en las piernas.

—¿Eh? ¿Qué chicas?

—Uhm, creo se llamaban Jihyo y Soora. —Dije pensativa.

—Ah caray, me suenan a los nombres de las amigas de Emma. —Murmuró pensativo. —¿Y como eran?

—No lo recuerdo. —Mentí encogiendome de hombros. —Como sea, tengo que irme, mamá abrirá una nueva tienda en el centro de Shibuya, así que iré a verla aprovechando que estará ahí.

—Oí Moon, ¿Por qué me bloqueaste de todos lados? —Preguntó apenas tomé mi bolso. —A mi y a todos los demás.

—¿De qué hablas? —Fruncí el entrecejo. —Yo ni siquiera me conecto a las redes sociales, lo sabes.

—Pues hace unos días traté de mandarte mensaje y no salía, cuando hable con los demás dijeron que también los habías bloqueado.

—No es cierto. —Dije sacando mi celular y yendo a instagram, y me sorprendí al ver qué efectivamente ellos aparecían en personas que había bloqueado. —Pero yo no...

Fue entonces que recordé que Kisaki me había pedido mi celular hace unos días, supuestamente para llamar a alguien.

—Esa maldita cucaracha. —Bramé. —Cambio de planes, me vas a acompañar a ver a Kisaki.

—¿Quién es Kisaki?

—Lo descubrirás, andando.