Viviendo en Hong Kong

14.- Love

Agosto 10

El joven de cabellos color chocolate se encontraba sentado en el suelo recargando la espalda con las rodillas flexionadas y mirando hacia arriba, esperando pacientemente a que Sakura terminara aquel examen para poder regresar con ella a casa. Originalmente el plan era que Shaoran se quedara en el auto pero los nervios lo tenían vuelto loco, no era que no confiara en las capacidades de su linda novia para pasar dicho examen, sino que, había estado sumamente distraída toda la mañana y ligeramente estresada.

Recordando los sucesos de la mañana, paso por su mente el recuerdo de la charla que había tenido con su madre a primera hora. Debido a que era sábado ella debería haber dormido hasta medio día, pero esta vez no fue así. Antes de que dieran las 8 de la mañana ya estaba bañada y arreglada preparándose el almuerzo.
ーBuenos días, Xiao Langー dijo la mujer al ver entrar a su hijo.
ーBuenos días, madre...ー desvió la mirada y se dirigió hacia la nevera, pero antes de abrirla, su madre se colocó justo frente a él ーHe notado que los últimos días has estado evitándome, ¿Sucede algo malo? ¿He hecho algo que te hiciera sentir molesto, incómodo o triste?
ー¡No!ー negó rápidamente con la cabeza ーUsted siempre ha sido muy buena conmigo.
ー¿Entonces qué sucede?
ーEs que... Yo...ー no sabía cómo empezar a contarle a su madre lo que desde hacía algunos días callaba, Yelan jamás lo había visto de esa manera por lo que colocó su mano encima del hombro de su hijo para darle un poco de calma ーSabes que puedes contarme lo que seaー sonrió cálidamente ーSi tienes algún problema me encantaría poder ayudarte en resolverlo.
ーNo es un problema...ー hubo una larga pausa ーEs algo que hice y que no me arrepiento aunque al mismo tiempo sé qué todavía no era lo correcto.
ー¿Finalmente me harán abuela?ー preguntó tratando de aligerar la tensión.
ー¡N... no!ー la cara de Shaoran paso de color pálido a rojizo en un instante.
ーVaya, qué mal...ー sorbió su café, Shaoran tosió un poco para aclararse la garganta y finalmente comenzó a hablar ーLa mayor parte de mi vida he vivido en Japón y por ende no conozco muchas de las tradiciones o costumbres de aquí, durante el festival Qi Xi contraje matrimonio con Sakura... Pensé que solo era de juego pero sin querer había sido en un registro autorizado. Ambos hablamos sobre el tema y llegamos a la conclusión de que queremos permanecer con esa unión...ー Yelan seguía en silencio escuchando ーVoy a buscar un empleo para hacerme cargo de mis propios gastos junto con los de Sakura ya que considero que si me siento lo suficientemente adulto como para contraer matrimonio, también debo de ser lo suficientemente adulto como para hacerme cargo de lo que esto conlleva...
ー¡Ah, Xiao Lang, me haces sentir muy orgullosa del adulto en el que te estás convirtiendo!ー Yelan tomó las manos de su hijo y buscó su miradaーSi en verdad es lo que quieres, yo misma te ayudaré a buscar algún empleo que se ajuste a tu horario escolar, porque, ni creas que permitiré que dejes la escuela, ¿comprendes?ー Shaoran quiso decir algo, pero su madre continuó hablando sin siquiera darle le oportunidad de objetar su decisión ーY dime, ¿qué piensa la familia de Sakura respecto a su matrimonio? ¿Se lo han mencionado ya?
ーTodavía no hemos hablado sobre cómo se los diremos..
ーYa veo, entonces, solo aclárame una duda...ー mencionó Yelan tomando un semblante aún más serio que el de hace unos momentos ー¿Shaoran Kinomoto o Sakura Li?

Una dulce y amable voz lo trajo de vuelta al presente, al levantar la mirada pudo verla de pie observándolo con extrañés ー¿No ibas a esperarme en el auto?ー preguntó Sakura, él se levantó casi de un brinco ー¿Cómo te fue en el examen? ¿Te resultó difícil? ¿Cuándo entregarán los resultados? ¿Te pusiste nerviosa?ー mientras hacía estas preguntas ayudaba a su amada novia a cargar la pequeña mochila donde llevaba lo necesario para la materia.
ー¡¡Pasé el examen!!ー gritó con emoción lanzándose a sus brazos.
ー¡Sabía que lo lograrías!ー la estrechó con ternura y alivio, finalmente ella podría dormir una sola noche sin preocuparse por su futuro.