15.- Kaito

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Julio 30

»...Digo "Estoy bien con esto"
Pero cuando me quedo sola y pienso en él
Las lágrimas se desbordan
No puedes seguir ocultando eso...«

La música sonaba a todo volumen en los audífonos, habían pasado tan solo 3 días desde que Akiho decidió confesar sus sentimientos a Kaito y por más que trataba no podía arrancar de su cabeza la respuesta que él le había dado: "Yo solamente soy su cuidador".
Decía poco pero al mismo tiempo decía todo; él no la amaba, posiblemente le tenía un cariño por todo ese tiempo juntos que pasaban al día, pero hasta ahí. No había más. Nunca habría más. Lo mejor era dejar todo como estaba, hacerse a la idea y resignarse a mirarlo desde la distancia hasta que su enamoramiento pasara, aunque siendo honesta con sigo misma iba a ser demasiado difícil. Justo ahora estaba tirada en la cama comiendo helado de chocomenta hundiéndose en su tristeza mientras la música estaba aleatoria.

»..."No tiene que ser ahora, está bien"
¿Estás seguro de que quieres pertenecer a otra persona?....«

La primera lágrima recorrió toda su mejilla, la segunda amenazaba con salir cuando sintió una mano posándose en su hombro, de un brinco se quitó los audífonos mientras se sentaba, imaginaba que se trataba de Kaito, cómo siempre, pero se llevó una gran sorpresa al ver a su mejor amiga de pie al lado de la cama ー¿Te encuentras bien?
ーPor supuestoー sonrió falsamente ー¿Por qué lo preguntas?
ーQuedamos de vernos a las 2 en el parque y no llegaste...
ー¿Tan tarde es?ー se levantó de golpe.
ーJa, ja, no, aún no son ni las 12 pero temía que no fueras a llegar.
ー¡Ya me habías preocupado!
ーAdemás, Kaito me llamó, está preocupado, te ha visto sin ánimos estos días e incluso mencionó que apenas sales de tu habitación...
ーNo quiero verlo...ーantes de que pudiera seguir con lo que estaba diciendo, se arrojó a los brazos de su amiga en un mar de lágrimas.
ー¿Te ha hecho algo?ー preguntó Meiling con un deje de preocupación en su mirada.
ーNo... Yo, le confesé lo que sentía por él, está en todo su derecho de rechazarme pero, no puedo evitar sentirme así...ー las lágrimas seguían cayendo mientras se aferraba con más fuerza a los brazos de su amiga ーMe duele darme cuenta de que la forma en la que me mira no es especial, no soy especial para él, no tenemos nada, no somos nada...

Meiling acarició la cabeza de Akiho en completo silencio, realmente no sabía qué decirle para que pudiera sentirse mejor, así permanecieron alrededor de 15 minutos, cuando el llanto se detuvo, Meiling le regaló una sonrisa cálida al mismo tiempo que tomaba una de sus manos ーAlístate, vamos a mi casa, prepararemos la comida y nos quedaremos toda la tarde viendo películas, si quieres puedes traerte tu heladoー dijo tratando de arrancarle una sonrisa a su amiga.
ーEstá bienー limpió con sus mangas las lágrimas, dió un último abrazo y corrió a su baño, tomó una ducha rápida. Una vez afuera, escogieron entre las dos la ropa de Akiho, ambas coincidieron en una falda deportiva color azul y una blusa de manga larga blanca, tenis tipo converse acompañado de calcetas blancas con encaje, se amarró el cabello en una coleta alta.
ー"No quiero verlo"ー recordó Meiling las palabras de su amiga, así que mientras ella se terminaba de colocar un poco de rubor y sombras, la pelinegra abrió la puerta para mirar en el pasillo que el mayordomo no anduviera cerca. No había rastro de él, por lo que el momento se irse era ahora.

Ambas salieron de la habitación lo más silenciosas posible, tendrían que atravesar la sala antes de llegar a la puerta principal. Prácticamente iban de puntitas para hacer el menos ruido posible pero, antes de conseguir la fuga perfecta, Kaito las sorprendió justo en la puerta, este había salido de la cocina y portaba una charola con comida, aparentemente se dirigía a la habitación de Akiho ーSeñorita Shinomoto, ¿Tiene planeado salir?
ーComeremos en mi casaー dijo Meiling tratando de evitar que esos dos cruzarán miradas.
ーDe acuerdo, denme unos momentos para acompañarlas...
ーNo es necesarioー se apresuró a contestar Akiho ーSolo vamos a la casa de Meiling, nada de cuidado.
ーPero es mi deber ir con usted a dónde sea que quiera ir...ー respondió el mayordomo dándole otro golpe bajo a su delicado y lastimado corazón.
ーTómate la tarde libre, hay muchas cosas que hacer para un joven tan apuesto como tú en una ciudad tan grande como estaー agregó Meiling desconcertando a todos los presentes con aquel comentario, abrió la puerta y salió casi corriendo con Akiho tomada de la mano sin dar tiempo de más respuestas.

Viviendo en Hong KongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora