5.- Odisea

355 25 15
                                    

Mayo 27

Sakura despertó primero, su cuerpo desnudo junto al de Shaoran aún mantenía el calor de anoche, se levantó de la cama con cuidado para no despertarlo, se vistió con un camisón que le llegaba por encima de la rodilla y caminó hasta el baño, abrió la llave del agua caliente y tomó una larga ducha, disfrutaba de cada gota de agua que caía sobre su cuerpo, lavó su cabello y cuerpo para finalmente salir envuelta en una toalla directo a su habitación. Tardó un poco en elegir su ropa pero finalmente escogió una falda gris clara a tablas con una camisa blanca, calcetas largas hasta la rodilla y zapatos tipo escolares, un chaleco tejido y cerrado color negro la abrigaba un poco del frío matutino, no era obligatorio ese tipo de vestimenta tipo escolar ni tampoco el uso de uniforme pero creyó que con eso era suficiente, cepilló su cabello y se dispuso a bajar a la cocina a preparar el desayuno.

Al salir de su habitación se encontró con Yelan que estaba terminando de alistarse para ir al trabajo ーBuenos díasー saludó la castaña muy gentilmente.
ーBuenos días Sakura, qué linda te ves hoyー respondió Yelan.
ーGracias...
ーPero te falta algo, venー la tomó de la mano y entraron a la habitación de la adulta, sacó de un cajón de su armario un corbatín muy lindo de color rosa que colocó cuidadosamente en el cuello de la camisa de Sakura, este sencillo gesto le recordó a su mejor amiga Tomoyo ya que ella siempre hacía lo posible por hacerla lucir espectacular.
ーGracias.
ーNo hay de qué, por cierto ¿ya despertó Xiao Lang?
ーCreo que todavía no.
ー¿Qué te parece si vas a despertarlo mientras yo preparo el desayuno? Realmente me gustaría ir a dejarlos al colegio antes de ir al trabajo.
ーClaro, en seguida voy.

Yelan vio como su futura nuera caminaba muy alegre hacia la habitación de su hijo, se sentía extremadamente feliz ya que un tiempo llegó a creer que jamás viviría una situación así, todo parecía indicar que Shaoran se quedaría en Japón por siempre y la idea de una familia se desvanecía rápidamente pero, ahora era todo lo contrario, estaba demasiado cerca. Amarró su cabello en una coleta alta y bajó a la cocina para preparar el desayuno que consistía en deliciosas bolas de arroz glutinosas y crepas de huevo. Sakura llegó a tiempo para ayudar con la preparación del té de jazmín mientras Shaoran aún se alistaba en su habitación.

Todos comieron muy gustosos y salieron de la casa. Abordaron el automóvil, Yelan iba manejando, juntos en la parte trasera iban Sakura y Shaoran, se sentía la tensión en el ambiente, Shaoran en todo momento sostenía la mano de Sakura que ella no dejaba de apretar, al llegar a la Universidad vieron a demasiados estudiantes y extranjeros, las clases no comenzaban como tal ese día pero sí era época de exámenes, todos los estudiantes de la Universidad de Hong Kong y ellos como aspirantes junto a otros más tenían que demostrar qué tan aptos estaban para ingresar al siguiente curso que comenzaba en septiembre. A diferencia de los estudiantes ordinarios, los exámenes de los transferidos eran aplicados con el objetivo único de reforzar aquello que se les dificultara y apoyarlos en eso.

Los últimos días Sakura y Shaoran habían estado estudiando arduamente desde muy temprano hasta muy tarde, su plan era pasar aquellos exámenes con buenas notas y así tener tiempo libre hasta el inicio escolar, de no pasarlos tendrían que asistir a cursos de regularización pero, había otro tema que tenía a Sakura al borde de la intranquilidad, el extremo cansancio y sueño que aparecían de repente, esto podía ser causado por los extenuantes horarios de estudio que se habían fijado y los sutiles dolores de cabeza podían ser por el estrés, los nervios la estaban consumiendo casi por completo.
ー¡Que les vaya bienー escuchó decir a Yelan trayéndola de vuelta a la realidad.
ーGraciasー respondió Shaoran.
ーNos vemos en la nocheー finalizó la mujer entregándoles a cada uno un delicioso chocolate KitKat que consideraban para la buena suerte.

Viviendo en Hong KongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora