Adicta

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Me he convertido en adicta de ti y de poner en juego mi corazón, de sentir esa extraña tensión en ti cuando me miras a los ojos, de oler tu perfume.

Ayer estaba pensándote, tumbada en la cama, escuchando todas esas canciones que me recuerdan a ti y llorando por los recuerdos que algún día olvidaré.  Y hoy, mientras te encontraba a la vuelta de  una esquina y después de largos minutos de charla, de ver tus ojos, de notar tu mirada perdida cuando me miras; me he dado cuenta de que me había mentido a mí misma, que me había creído ese estúpido cuento de hadas que todo el mundo está harto de escuchar.

Aunque todo esto no quita que siga siendo adicta de ti, y pues claro; las adicciones matan. 

Abstracciones realesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora