Corazones de agua

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Las lágrimas de dolor se mezclan con las que nos hacen ser nosotros, las que hacen que vivamos. En cada célula algo especial, aunque sean células cancerígenas que la mayoría ven como malignas pero que ahora son partes de nosotros, a las que nos hemos acostumbrado; y por lo tanto en su conjunto han formado un tumor benigno. Dolor retenido, aislado, desamparado. Corazones de agua esperando a ser desbordados, pues la presa que construimos a su alrededor no es suficiente para el oleaje que cada día se hecha encima, que se cierne sobre él, que lo oprime y lo rechaza una y otra vez hasta que tan solo ha quedado como krill para las ballenas. Ballenas que son parte de ese océano, de ese corazón de agua. 

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