Memoria familiar

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Un campo de girasoles donde las historias de fantasmas                              se cuentan por sí solas.                           Una cabaña hecha de sábanas, historias de ángeles caídos.

Noches de cine y picoteo,
recordando que mañana es un día
más que vives, si el destino te lo permite o tú deseas levantarte.

La hermana que nunca tuve,
se convirtió en mi gemela,
pero cuando creces solo quedan
unas fotos que llorar,
para recordar que esa persona,
existió realmente y no fue solo un salvavidas creado por tu mente para no ahogarse.

Mi memoria no es un conjunto
de recuerdos familiares,
está hecha de los trocitos y la soledad
de cada uno de ellos,
que se van guardando en los bolsillos.

Abstracciones realesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora