VI. El Dios solitario y quien desafía las reglas.

1K 201 16
                                    

•••

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•••

» 1951

Durante toda su existencia se había apegado a una sola regla, la que a su parecer era realmente simple: no intervenir en el destino.

Por esa misma razón se había convertido en un dios independiente que iba de aquí para allá sin el deseo de formar lazos con los demás para así evitar actuar a favor de quien se convirtiera en alguien especial. Escuchar que se había ganado el apodo del dios solitario no le molestaba, incluso lo halagaba ya que indicaba que estaba haciendo bien su trabajo.

Sin embargo, todo lo bueno tiene su final, incluso para él.

Exactamente, fueron dos principales acciones que cambiarían el transcurso de todo lo que conocía.

Lo que tenía previsto para el mundo entero se vio opacado cuando intervino en el nacimiento de Lalisa; ese suceso rompió toda su existencia, su única regla y su único principio de no ayudar a nadie.

Cuando la tuvo entre sus brazos, cuando esa inocente bebé tomó su índice y le sonrió, su corazón, el que había sido privado de cualquier muestra de amor, se embriagó de felicidad.

A través de los años la vio crecer y mejorar. Como si de su padre se tratara se enorgullecía cuando demostraba que era capaz de hacer muchas cosas y no era solo una niña con suerte.

— Alza la barbilla. — Pidió el mayor. Esa tarde se había encargado de ayudar a Lalisa con el arco y las flechas. Él no era un guerrero, ni mucho menos, pero tenía cierto conocimiento que deseaba transmitírselo. — Y no tiembles. Eres tú quien dirige las flechas.

— ¿Estás seguro? La última vez que lo intenté casi asesino a un conejo.

— Quieres sorprender a tu padre, ¿no? — Lalisa asintió. — Entonces no dudes. Vamos, dispara.

La menor tomó aire e intentó hacer lo que Chronos le aconsejaba. Cerró uno de sus ojos y apuntó al árbol que tenía en su tronco un disco con una marca roja en el centro.

Contó hasta tres y disparó.

— ¡Muy cerca! — aplaudió el mayor cuando vio la flecha rozar el punto central. — Vas mejorando.

Lalisa exhaló con fuerza y lanzó el arco al suelo mientras se sentaba sobre el césped. — Me rindo.

— No lo haces. — Chronos se acercó a la chica y tomó el cuello de su ropa, obligándola a levantarse. — Vuelve a intentarlo.

— Llevamos dos horas aquí y no le he dado al blanco ni una sola vez. ¿Podemos descansar por ahora?

— ¿Quieres descansar o es que tienes algo más que hacer? — Lalisa no pudo evitar sonreír, delatándose ella sola. — Verás a esa chica, ¿verdad? ¿Cómo es que se llamaba?

— YooJin. Se llama YooJin, ¿por qué finges no recordarlo?

Chronos se alzó de hombros, esa joven humana no es que le molestara, pero llegaba a preocuparle el cariño que la joven había desarrollado hacia ella. Se cruzó de brazos y observó a la menor con atención, el brillo en sus ojos, su sonrisa sincera y otros comportamientos solo le indicaban que sus sentimientos eran puros.

Olympus ━━ JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora