XIV. Miren y teman.

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Lalisa debía controlarse, controlar su espíritu competitivo

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Lalisa debía controlarse, controlar su espíritu competitivo. Todos los juegos en los que había participado en representación de la familia Kim los había ganado con gran facilidad, quizá estaba siendo un poco codiciosa, pero Ares le había enseñado que si iba a hacer algo, debía ser la mejor o de otro modo era preferible no hacerlo, eso, junto a los rostros emocionados de las tres hermanas eran la dosis perfecta de coraje que necesitaba.

Y al parecer algunos padres de familia se habían resignado a perder contra una simple chica, ninguno –al menos dentro de la clase de MinJeong– se atrevió a retarla y, por el contrario, deseaban tenerla en su equipo en cualquier prueba que se presentara.

—Se ve sexy. ─ Un muchacho halagó mientras miraba a la pelinegra correr como si no hubiera un mañana a través del largo circuito, como siempre, era la primera. ─ Hey...─ Se quejó cuando recibió una pisada "accidentalmente". ─ Ten más cuidado.

—Lo siento. ─ Se disculpó Jennie. ─ A veces tengo tics nerviosos. ─ Tal vez era la peor mentira que decía pero no se arrepentía.

—Está bien. ─ Sonrió con cierta coquetería al notar lo bella que era la muchacha. ─ No fue tan fuerte. ─ Quiso extender esa plática, pero la coreana alzó los brazos en celebración y se alejó de ahí empujándolo sin prestarle mucha atención. Al seguirla con la mirada no pudo evitar sonreír al verla abrazar a la ganadora de esa prueba. ─ Ya veo...

YeRim le entregó un pañuelo a la azabache para ayudarla con el sudor que envolvía su rostro, SooYoung palmeaba su espalda y las dos Kim restantes se lanzaron a sus brazos para felicitarla.

—Buen trabajo Lisa... ahm, ¿quieres que te ayude? ─ Preguntó al verla atrapada entre MinJeong y Jennie.

La tailandesa rió. —Creo que empiezo a acostumbrarme... pero oigan... no puedo respirar. ─ Dijo con algo de dificultad.

─ ¡Eres increíble Lisa unnie! ─ MinJeong se alejó y aplaudió, para luego girarse y ver en dirección del grupo de niños con los que no se llevaba tan bien, les sacó la lengua y se deleitó con sus rostros enojados.

─ ¿Cuál es el secreto? ¿No duermes y te ejercitas en su lugar? ─ Cuestionó la pelinaranja amiga de las Kim mientras se llevaba a la boca goma de mascar.

─ Me descubriste. ─ Dijo Lalisa con una sonrisa.

Todo el bullicio se apagó cuando escucharon el próximo anuncio, el partido de fútbol de padres e hijas estaba por empezar y fue el turno de esos niños para señalar a MinJeong y burlarse al no poder participar.

Lalisa apretó los dientes. «Son solo niños.» Pensó, sin embargo, supo que hasta los niños podían ser crueles.

─ ¿Nos vemos en la cancha Kim? ─ Una niña pasó por su lado empujando a la pequeña.

Jennie frunció el entrecejo y evitó que su hermanita empezara una innecesaria pelea. Se agachó y peinó el lacio cabello de la menor. ─ ¿Quieres ir por unos helados? ─ Preguntó.─ Puedes pedir el más grande. ─ Animó, no soportaba que MinJeong demostrara tristeza. ─ SooYoung lo pagará, ¿verdad?

Olympus ━━ JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora