Egoist ✈Kookmin

32💀

Jimin vestía una bata brillante y estaba completamente desnudo sobre la cama de ese tipo, se encontraba igual que el otro día, apestaba a alcohol. Algo andaba mal. Deseaba que por lo menos, hubiese sido consciente sea lo que sea que hayan hecho, pero cuando vi sus ojos... básicamente estaba pidiendo por ayuda.

Estaba a punto lanzarme hacia ese tipo, de matarlo... pero no lo hice porque primero quería sacar a Jimin de ese infierno.

Lo cargué entre mis brazos para llevarlo a casa, después me encargaría de ese hijo de puta. Llamé a Nam para que pudiera pasar por nosotros, coloqué mi camisa sobre la cabeza de Jimin para que no se mojara por la lluvia y le acomodé en los asientos de atrás para que siguiera con su sueño.

—¿Por qué Jimin está usando eso? —preguntó Namjoon dirigiendo su vista hacia él.

—No lo sé, solo espero que no sea lo que creo que es —dije viéndole desde el retrovisor.

—Jungkook... ¿Estas enamorado?

—¿Qué? ¿A qué viene esa pregunta? —carcajeó.

Primero Taehyung, ahora Nam, ¿A poco se me notaba tanto?

—Es que nunca te había visto con ese rostro. Luces como si te hubiera arrollado un tren.

—No sabía que verme de esa manera significaba estar enamorado, pero... —de nuevo alcé mi mirada hacia el retrovisor para ver al enano dormido. —Me gusta... —Nam se giró para verme y sonrió.

—Ya lo sabía. Lo tratas como si fuera la cosa más preciada para ti e incluso te la pasas hablando de él cuándo menos piensas.

—¿En serio? —erguí mi ceja confundido.

—Si. ¿Por qué no se lo dices? —rasqué mi cabeza irritado.

—¿Qué diablos? ¿Ustedes tienen algún tipo de telepatía o por qué me estás diciendo lo mismo que Taehyung?, preocúpense por ustedes en vez de mi —comenzó a reír mientras yo fruncía mi ceño y llegamos a casa.

Tuve que llevar a Jimin entre mis brazos con cuidado de no despertarle. Abrí la puerta y el crujido fue el causante de que abriera sus ojos. A pesar de lo que le sucedió, aun intentaba sonreírme, pero era tan forzadamente, verlo de esa manera, hizo que mi pecho doliera.

Mientras tomábamos un baño, mi cabeza estaba llena de pensamientos, quería que Jimin se sintiera protegido conmigo. Ni siquiera sabía por dónde empezar, tampoco quería llenarle de preguntas. Me desnudé frente a él, pero solo lo hice porque quería dejarle en claro que yo no le haría nada. Que yo no era un puto violador como su amigo. Aunque él estaba realmente avergonzado al verme, intentó desvestirse frente a mí, pero su rostro estaba muy rojo, así que solo me di la vuelta para no incomodarlo y dejarle que se metiera primero a la tina.

Estábamos muy cerca, la tina era algo pequeña, tan pequeña que podía sentir los muslos del enano con los dedos de mis pies, creí que se podría incomodó, pero no. Era todo lo contrario, hasta cerró sus ojos. Estaba seguro de que sabía que jamás me aprovecharía de él.

—Traje tu ropa— le dije mientras salía primero de la tina y me envolvía una toalla.

—Gg-gracias, ¿también trajiste mi ropa interior? —preguntó tímido.

—Si, ¿Por qué?

—¿Puedes tirarla, por favor? —dijo para después zambullir su rostro en el agua y abrazar sus rodillas con una mirada entristecida.

Fui hacia él, me agaché para limpiarle pequeñas lágrimas que habían salido de sus ojos y le dejé para encargarme de ello. Está bien si no quería hablar, yo lo entendía completamente. Habían abusado de Jimin y no llegué a tiempo para salvarlo.