Desconocido.

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A Tzuyu un aroma la estaba volviendo loca pero ni siquiera podía percibir de quién era, no era de ninguno de sus compañeros de clase porque no le llamaba la atención ninguno de ellos, ni siquiera lo reconocía, era un aroma desconocido así que no tenía ni idea de dónde o de quién provenía.

Finalmente su clase había terminado, apenas pudo prestar atención pero al menos sabía que tenía que estudiar para la próxima clase de pediatría.
Todos los estudiantes salieron del salón y Tzuyu esperó a propósito que todos salieran para ver si a algunos de ellos pertenecía el aroma, pero aparentemente no era de ninguno.

—Tzuyu ¿Qué esperas para ir a comer?—Le preguntó Shuhua entrando al salón observándola fijamente.

—¿No percibes el olor?—la interrumpió.

—¿Olor? ¿Cuál olor?—Respondió Shuhua con otras preguntas ahora confundida, le podía jurar a Tzuyu que se había bañado antes de ir a la universidad y siempre olía bien—Tzuyu, si alguien huele mal aquí definitivamente no soy yo—Le aseguró y nuevamente Tzuyu la interrumpe.

—Shuhua no es un mal olor, no seas tonta, es un aroma diferente, no es completamente dulce, no estoy muy segura de qué sea, por eso no puedo describirlo.

Shuhua solo miró confundida a Tzuyu, ella no había percibido nada, todo olía como siempre, la universidad llena de aromas suaves y dulces por parte de los omegas y a veces raros y fuertes el de los alfas, pero nada fuera de lo común.

—¿No dormiste bien anoche? ¿Te sientes mal?—Pregunta ahora alcanzando el cuello de Tzuyu para medir su temperatura con el torso de su mano.

Tzuyu aleja su mano y ahora se sentía tonta y paranoica, probablemente su celo llegaría pronto y sus sentidos se estaban volviendo más desarrollados que de costumbre.

—Dormí bien, solo es que tengo hambre… probablemente es el aroma de la tarta de manzana de la cafetería.—Respondió Tzuyu terminando de recoger sus cosas para salir del aula.

—Podríamos comer en la cafetería de aquí o afuera, escuché de Miyeon que hay una nueva a dos cuadras.—Sugiere Shuhua entrelazando los brazos con los suyos.

A Tzuyu ni siquiera le dio tiempo de darle importancia que Shuhua haya hablado con Miyeon. Mientras caminaban por los pasillos de la universidad ese desconocido y (un poco) agradable olor no dejaba de seguirla a todas partes, era como si estuviera por toda la universidad, no lo había percibido nunca y ahora al parecer no podía dejarla tranquila.

Por un segundo lo sintió tan cerca que se detuvo en el momento que logró percibirlo, pero así como llegó se fue.

—Mierda, ¡Chou Tzuyu me pisaste!—Shuhua la saca de su burbuja de pensamientos y se percata que había pisado el pie derecho de su amiga, Shuhua usando sandalias y su pedicura probablemente reciente.

—Lo siento, lo siento déjame ver.—Tzuyu intentó agacharse pero Shuhua la detuvo antes de que pudiera hacerlo.

—Por favor solo levántate y vayamos a comer algo, tuve dos clases seguidas de anatomía y siento que puedo desmayarme en cualquier momento,—Hace una pausa de su discurso para mirarla fijamente con los ojos entre cerrados—Aparte que desde que te vi has estado divagando.

Luego de un rato ya estaban saliendo del campus y finalmente el aroma iba desvaneciendo, perdiéndose en el viento o probablemente no existía y solo era el cerebro de Tzuyu junto a su estómago pensando en cosas deliciosas que su olfato siendo muy generoso, le regaló un aroma con el que pudiera deleitarse, y siendo así todo era su imaginación.

Ay por Dios, Tzuyu no era tonta, estudiaba medicina general y sabía que el cuerpo o su cerebro no podía hacer tal cosa.

¿O sí? No, definitivamente no. Había un olor que de verdad estaba ahí y esperaba poder encontrarlo otra vez.

Un refugio para dos | NATZU G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora