- Jesús y yo no tenemos nada. - mintió
_______________.
A decir verdad, ni siquiera ella misma sabía que sucedía entre los dos.
Pero "algo" definitivamente había.
- Te he visto. He visto cada vez que hablas de él. No querías irte de su jodida casa __________________. No soy estúpido. - cargó el arma y la colocó sobre la frente de ella.
- pero no te preocupes, se me da esto de matar gente... ¿sabes?
________________ cerró los ojos con fuerza.
El pulso empezó a acelerársele mientras que sus jadeos se apoderaban del lugar.
- No te voy a matar todavía bonita, voy a esperar a que llegue tu súper héroe... - se rio en su sitio. - él muy imbécil debe estar por llegar.
- No toques a Jesús.
- ¿Ahora lo defiendes?
- Mátame a mí, tú me quieres a mí... no a él.
- ¿Y...te jodería si le disparo en los huevos? - una sonrisa victoriosa adornó los labios de Julio.
- ¿Quién perdería? Tú vas a estar muerta y ya no va a poder follarte como acostumbraba.
- Eres un...
- ¿Un qué? - se le acercó. Apretó aún más el arma en la frente de _______________, dejándole marca. Ella se hizo para atrás. - que divertido... te has enamorado de un agente de la policía que te dobla la edad. Que original... - sus labios tocaron la piel de ________________, besándosela. Bajó por sus labios.
- nunca dejaste que yo te follara, pero viene ese imbécil, ese hijo de puta que apenas conoces y de pronto...
- Estoy enamorada de él. - le dijo de un momento a otro, tomando fuerzas dentro de sí misma. - tú no le llegues ni al tobillo...
Julio tiró el arma al suelo. Golpeándola. Encerró el rostro de __________________ con sus dos manos, atrayéndola hacia él bruscamente.
- Eso lo dices por que no has probado lo que yo puedo darte.
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El BMW de Jesús se detuvo en un edificio añoso.
Bajó del auto y lo inspeccionó con la vista. Desolado. Él era el único que pasaba por esa calle en ese momento. Según el GPS, _________________ estaba justo en ese lugar. Y no se equivocaba.
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Y la besó. Primero en los labios. Pasando por su cuello y sus pechos.
____________________ cerró los ojos. De un momento a otro todo había acabado. Lo que sentía por él se había esfumado completamente de su corazón. Abrió los ojos y lo observó besándole los hombros. Una sensación de inmundicia se paseó por todo su cuerpo.
Estaba asqueada.
Él no podía hacer eso con ella. No podía besarla de esa manera. Nadie podía hacerlo. Nadie que no fuera Jesús. Trató de separarlo, pero Julio utilizó aún más su fuerza. Cargó el arma de nuevo.
- Vas a dejar que te folle, si no quieres morir antes.
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El edificio podía caerse en pedazos sin ningún problema en cualquier momento.
Había logrado abrir la puerta deventrada sin mucho esfuerzo, y aún menos le había
costado abrir la segunda que llevaba a las escaleras de la segunda planta. Preparó el arma, pegándosebinstintivamente hacia la pared.
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- Suéltame... - le rogó ____________. Julio sonrió mientras pasaba su húmeda lengua entre las piernas de ella.
Por las rodillas, por los muslos. Poco a poco fue a parar entre la cremallera de su pequeño short.
- suéltame por...
- Si fuera ese jodido policía estarías de puta madre ¿cierto? - cogió sus piernas y las separó toscamente._______________ soltó un gemido.
- si fuera ese cabrón de Navarro te lo estarías pasando genial... eres una zor...
- ¿Ese cabrón de quién? - alguien abrió la puerta de aquella habitación de un momento a otro. - suéltala o te
reviento, imbécil.
