Capítulo 1

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________________ abrió los ojos. Le dolía la cabeza y apenas tenía sentido de las cosas. No reconocía nada, la luz blanca de una lámpara ubicada en el techo le fastidió la vista. ¿Dónde estaba? Miró a su alrededor y oh… joder, sus manos estaban atadas, al igual que sus piernas en la misma silla marrón de madera. Se movió en ella. Que buen nudo. La habitación en donde estaba se encontraba totalmente vacía. Ningún ruido. Nada. Solo había una

puerta media abierta que le daba a entender que no estaba sola. Las ganas de gritar se le vinieron de repente, pero la boca la tenía totalmente cubierta. ¡Mierda mil

veces! ¿Qué clase de broma era esta? ¿Acaso…acaso ella era la siguiente que moriría en 24 horas al igual que todos sus familiares?

- Se ha despertado. – informó un tipo calvo, en el borde de la puerta. A _________________ se le erizó la piel.

Abrió más los ojos. - ¿Qué hago con ella?

- Déjala, está totalmente atada, no intentará nada. – le contestó otro, que se encontraba en el pasillo y que no dejaba ver la cara.

– Jackson, el jefe la quiere viva…

Jackson, el calvo, sonrió. Miró a _________________

totalmente hambriento. Tenía 17 años apenas, pero tenía

todo lo que él nunca había visto antes.

- ¿Y si juego un poco con ella?

- Que hagas lo que quieras. – contestó. – no jodas, solo

no la dejes libre. – el sonido de un portazo se escuchó

fuertemente. Jackson se había quedado solo. No, no solo…

con ________________ atada de manos y pies. La

miró de nuevo, jugando con sus dedos. Hace tiempo que no

se tiraba a una tía tan buena como la que tenía al frente.

Y lo mejor, parecía virgen.

- Hola. – le habló a ____________________. Los ojos de

ella se abarrotaron en lágrimas. Lágrimas de asco, de ira y

de

terror. Quiso escupirlo en ese mismo instante. Si era él

quién había asesinado a la mayoría de su familia, tenía

muchas razones para hacerlo.

– he muñeca… no me mires

así…

__________________ bajó la mirada. La falda tejana se le

había subido lo suficiente como para hacer que Jackson se

excitara con tan solo mirarla. Joder, se le hacía agua

la boca.

- Si lo piensas bien, esto no va a ser tan doloroso. – se

acercó a ella a pasos lentos. De pronto, sus gruesas y

sucias manos tocaron el rostro de ___________________

quitándole el pañuelo de la boca. Y lo que tanto ella quería

hacer, un escupitajo se escapó de su boca que callo justo

en el mentón de él. Jackson se cerró los ojos.

Se limpió con dureza el rostro.

– pensé que querías cooperar.- la cogió de los brazos,

haciendo que la silla de madera se acercara a él. – pero

veo que no. - _________________ hizo su rostro a un

lado. – me pone, ¿sabes? Me pone muchísimo que estés

así, atada de manos y que no puedas defenderte. – respiró

del cuello

de ____________________, mientras ella trataba de

alejarse cada vez más. Vomitaría.

– pronto haré que te mojes… pero primero tú me harás

los honores.

Tras decir eso, se puso de pie, abrió la cremallera de sus

pantalones y…

- Debería darte vergüenza. – él sonrió. Acostado sobre el

borde de la puerta y un arma que adornaba sus manos.

Se fijó en _________________, que lo miraba atónita desde

su sitio, algo había llamado su atención.

– ¿Qué es eso? ¿un jodido maní? – volvió a reír,

refiriéndose a la diminuta polla de Jackson. Jesús tenía la

sonrisa más bonita del

mundo, junto con sus dientes blancos y perfectos.

Otra vez, sus ojos marrones recayeron en

_______________

_______. – suéltala. – le apuntó a la cabeza.

Jackson palpó su arma en los bolsillos traseros de su

pantalón, pero cuando intentó sacarla, una bala le atravesó

la sien en menos de un segundo. Cayó al suelo, haciendo

un charco con su propia sangre.

- Que tal. – dijo él sacudiendo la cabeza. ¿Y ahora quién

era él? ¿otro puto secuestrador?

- Sácame de aquí.

- ¿Ni siquiera un: gracias?

- Gracias…

- No, no… puedes hacerlo mejor… - sonrió.

_______________

_ cerró los ojos con fuerza. –inténtalo, tal vez algo así

como: gracias por salvarme Jesús, te debo la vida y

también que un imbécil con polla pequeña haya intentado

violarme. Eres un Dios, gracias.

- ¡Joder solo sácame de aquí! – gritó ella. Él se puso de

rodillas, sus miradas se cruzaron. Las miradas de un tipo

de 24 y una chica de 17. Sin querer, sus manos rozaron

con la piel de _____________________. Erizándola por

completo. Ella bajó la mirada y movió sus piernas para

que Jesús ya no pudiera rozarlas con sus manos. Que

ironía, y es que todavía no tenía idea de lo que pasaría

luego entre los dos. La verdad, nadie lo sabía.

- Te sacaré de aquí. Conmigo no tienes que dudar ¿vale?

Soy el agente que va a cuidarte hasta que todo este lío de

las 24 horas se acabe. – la miró. Ella intentó no llorar.

-Te voy a cuidar, pero necesito que me ayudes.

Una mirada más. Una intensa. Fuerte. Le miró los labios,

rosados, deliciosos, carnosos, le provocaba mordérselos…

¿Por qué nadie le había dicho que cuidaría a alguien así?

__________________ notó lo que miraba.

-Que no llores. – le volvió a decir. – conmigo, nunca va a

pasarte nada.

"24 Horas" Jesús & ____. |ADAPTADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora