¡Evitando al protagonista! [2]

Capítulo 239. Estoy esperando a que despiertes. (1)

Las cosas no siempre salen a la perfección.

Pero Chen Sinan no entendió. ¿Por qué ocurriría otro desastre tan pronto como diera la bienvenida al mundo a su tan esperado bebé? Su amada cayó en un largo sueño desde que nació el bebé sin ningún motivo. Ninguno de los médicos pudo encontrar una causa.

Unos días después, todos colectivamente le dieron la misma noticia: estaba muerta.

¡No! ¡Ella no está muerta! ¡¿Cómo podría estar muerta?!

Chen Sinan no tenía idea de cómo debería responder a una declaración tan ridícula en ese momento. Acababa de recordar que Xin Qiancheng le dijo después que era como un león salvaje, golpeando a toda la sala si algún médico se atrevía a decir algo malo sobre su esposa.

Que así sea entonces.

Su esposa no necesitaba quedarse aquí de todos modos, pensó.

¿Quiénes eran esos charlatanes para decirle que estaba muerta?

¡Claramente todavía estaba viva! ¡Ella solo está dormida!

¡Podía oír su respiración débil! ¡Ella no estaba muerta en absoluto!

¡Mirala! ¡Ella todavía está respirando! No importa lo ligero que fuera, ¡podía sentir su débil respiración mientras la cuidaba por la noche!

¡Y eso fue suficiente!

Mientras todavía le quedara una pizca de aliento, ¡definitivamente no dejará que nada le suceda!

Chen Sinan la transfirió a un nuevo hospital, y este tenía un ambiente muy agradable. Sin embargo, los médicos tampoco pudieron encontrar la causa de su coma, pero no usarían la palabra "muerte" para describirla. Simplemente dijeron que harán todo lo posible para salvarla.

Pero en cuanto a cuán grande era esa posibilidad, el propio Chen Sinan no estaba seguro.

¡Pero todo lo que tenía que hacer era tener esperanza y trabajar duro!

Ella era su amada, ¿cómo podía dejarlo a él y a su hijo sin siquiera una palabra?

Hablando de su hijo, era muy lindo. El bebé tenía sus ojos y su nariz, pero el resto de sus rasgos eran casi como una réplica exacta de él. Todos dijeron que el chico se parecía a él. Pero cuando sostenía a su hijo y miraba sus grandes ojos negros, todo en lo que podía pensar era en Xin Siyue.

Sería maravilloso si pudiera despertarse y abrazar a su hijo.

¡Sería maravilloso si pudiera despertarse y discutir con él sobre a quién se parece más el niño!

Entonces seguramente la convencería y le diría que el bebé se parecía a ella.

Pero sabía que ella definitivamente diría que el bebé se parecía a él porque sabía que ella siempre había esperado que el niño se pareciera más a él.

Logró todo lo que quería, pero ¿cómo podía ser tan cruel como para dejar en paz a un niño tan pequeño?

En la primera docena de días que nacía el bebé, siempre lloraba en voz alta por la noche. Ni Bai Ning ni Weng Yinlin pudieron convencerlo. Esa voz era fuerte, clara y la cara del bebé que estaba roja por el llanto hizo que todos se preocuparan.

Tan pronto como Chen Sinan lo sostuvo en sus brazos y lo convenció, milagrosamente dejó de llorar.

Todos los ancianos dicen que fue por su parentesco.

El bebé debió darse cuenta de que algo le había sucedido a su madre y se volvió inseguro. Por eso el bebé lloraba toda la noche, incapaz de calmarse sin Chen Sinan a su lado.

Entonces, en menos de medio mes, Chen Sinan, que tuvo que cuidar a su esposa y cuidar a su hijo, perdió mucho peso.

No le quedaba energía para ocuparse del trabajo, pero afortunadamente, Mao Shiyuan estaba allí en la compañía subsidiaria y Chen An también estaba allí para ayudar en el Grupo Chen, por lo que todo iba bien.