¡Evitando al protagonista! [2]

Capítulo 257. Chen Chenan siempre pensó: Papá es realmente mezquino (1)

Cuanto más adulto era Chen Chenan, más travieso se volvía. Excepto en los momentos en que tomaba siestas por la tarde o dormía por la noche, prácticamente nunca se quedaba quieto ni un momento.

Él jugaba de arriba a abajo, luego corría de abajo hacia arriba de nuevo, tirando sus juguetes y cosas por todas partes.

Tan pronto como Xin Siyue vio lo desordenada que estaba la casa, puso una cara severa y lo llamó: "¡Chen Chenan!"

"¡Mami, mami!" Después de escuchar su voz, Chen Chenan corrió rápidamente y levantó los juguetes que Mao Shiyuan le dio.

Xin Siyue tenía dolor de cabeza. "¿No te dijo mami que empaquetaras tus juguetes después de jugar con ellos y los pusieras en sus lugares originales?"

"Mami, todavía no he terminado de jugar", argumentó el pequeño.

"Has estado jugando todo el día", recordó Xin Siyue.

"Mami, lo guardaré más tarde".

Xin Siyue le dijo con severidad: "Si no limpias ahora, papá lo limpiará una vez que regrese".

Su uso de la palabra "limpio" tenía dos significados diferentes en esa oración. Chen Chenan parpadeó con sus grandes ojos redondos como si luchara por encontrar sentido a las palabras de su mamá. Pero entendió que no podría jugar con tanta voluntad como cuando estaba solo en casa con su mamá una vez que su papá regresara.

Después de que Chen Chenan cumpliera tres años, Xin Siyue y Chen Sinan lo llevaban de regreso a su propia casa los fines de semana.

Chen Sinan acababa de comenzar un nuevo proyecto hoy, por lo que había salido de la casa temprano en la mañana con su traje.

Cuando Chen Chenan se despertó y se enteró de que su padre no estaba en casa, tocó aún más vigorosamente. Pero ahora, escuchar el nombre de su padre hizo que su rostro se pusiera amargo. Le preguntó a Xin Siyue: "¿Papá saldrá del trabajo?"

Xin Siyue se inclinó y apretó sus regordetas mejillas. Ella asintió. "Sí. Papá le envió un mensaje a mamá diciéndole que está en camino, así que, ¿vas a dejar tus juguetes donde pertenecen?"

Chen Chenan parpadeó, sintiéndose un poco frustrado. Pero solo pudo bajar la cabeza y responder con tristeza: "Está bien, mami".

Para Chen Chenan, la única persona a la que temía en este mundo era Chen Sinan. Podría ser la forma en que lo criticó con una cara sin emociones, pero después de asustarse una vez, el pequeño no se atrevió a desobedecer nada de lo que Chen Sinan dijo nunca más.

Pero también estaba enojado con su papá.

Siempre que papá no estaba en casa, podía dormir con mamá en esa cama grande y cómoda. Pero una vez que papá regrese, definitivamente lo llevará de regreso a su propia habitación.

Entonces, Chen Chenan siempre pensaba: papá es muy mezquino, no me deja dormir con mamá.

Tan pronto como pensó en esto, Chen Chenan, que estaba volviendo a poner sus juguetes en su caja, corrió hacia el lado de Xin Siyue y tiró de sus mangas. "¡Mami! ¡Mami!"

"¿Qué ocurre? ¿Necesitas que mami te ayude a limpiar? "

Chen Chenan se rascó la cabeza y lo pensó por un momento, luego dijo felizmente: "¡Sí, sí!"

"Muy bien, vamos a limpiar juntos, entonces." Xin Siyue le acarició la cabeza y sonrió.

Cuando Chen Chenan entró en la casa, vio a los dos limpiando los juguetes del suelo.

Chen Chenan estaba jugando mientras limpiaba, y vio a su alto papá entrar tan pronto como miró hacia arriba, por lo que rápidamente arrojó las cosas en sus manos y corrió. "¡Papito! ¡Papito! ¡Papito!"

Chen Sinan, que se estaba quitando la chaqueta del traje, se detuvo. Extendió la mano para acariciar a Chen Chenan, que se había aferrado a su pierna y le preguntó: "¿Fuiste un buen chico hoy? ¿Escuchaste a tu mami?"

"¡Sí!" Chen Chenan asintió con fuerza.

"Entonces, le preguntaré a tu mami más tarde. Si mami dice que no, te dejaré sola en casa esta noche".

Chen Chenan recordó que su papá y su mamá le dijeron esta mañana que tenían que ir a la casa de la abuela y el abuelo por la noche, así que corrió apresuradamente y tiró a Xin Siyue, quien se había inclinado para recoger el juguete que tiró al frente de Chen Sinan y dijo con orgullo: "¡Mami! Me he estado bien, ¿verdad? Mami..."