Capítulo 10 - Entrenamiento.

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En el capítulo anterior.

Nezuko: Genial, ahora tengo que llevarme bien con ellas.

Hablo fastidiada para también irse del lugar, su destino era su habitación.

Al llegar Tanjiro a la Sede, vio a los diez pileres, sin darle importancia a sus miradas se subió a un árbol y se recostó en una rama, esperando a que Oyakata llegará.

En el capítulo de hoy.

En sí, no se tomó la molestia en preguntar qué hacía en este tipo de reunión, si se puede llamar así ya que estaban todos los pilares presentes, mirándolo, unos con un poco de curiosidad y otros con arrogancia, ya que pensaban que no merecía o no debía estar aquí.

Sanemi: ¡Qué haces aquí mocoso!

Gritó el pilar del viento, quien no soportaba verlo.

Tanjiro quién están estaba con sus ojos cerrados disfrutando de la sombra y paz que le daban las hojas del árbol en el que estaba, los abrió.

Tanjiro: Que te importa, tu deber es matar demonios, no meter tu fea cara donde no te importa.

Le respondió sin mirarlo, causando que en el rostro del hombre se marcarán varias venas.

Todos los pilares estaban en silencio, algunos no querían meterse en aquella discusión, otros simplemente no sabían cómo poder solucionar el problema que tenía el pilar del viento con el pelirrojo.

Shinobu: Ustedes dos se llevan cómo el perro y el gato.

Kanae: ¿Por qué no se pueden llevar bien?

Uzui: ¡Que manera más extravagante de responder!

El mayor de los Shinazugawa no iba a pasar por alto aquella "humillación" con una sonrisa sádica camino hacia el árbol donde está el pelirrojo acostado.

Sanemi: Te crees mucho, maldito.

El chico únicamente suspiro pesadamente y bajó del árbol con calma, enserio que hablar con ese tipo era un dolor de cabeza para él.

Tanjiro: No es mi culpa que te sientas menos ante alguien que no lleva mucho tiempo siendo un cazador, ¿O sí lo es, Shinazugawa?

Le respondió enfrente del mencionado haciendo que la barrera de tolerancia que el peliblanco se derrumbara de golpe, y aunque el momento era muy tenso y incomodo, nadie dijo nada, sentían quemo debían.

Sanemi: ¡Maldito hijo de puta!

Le iba a dar un puñetazo a Tanjiro quien para sorpresa de los demás estaba muy tranquilo, pero este freno muy drásticamente  ya que las hijas del patron habían aparecido para anunciar la llegada del mismo.

Niñas: El Patrón ya ha llegado.

El peliblanco resignado, solo se fue de ahí hacia el lugar donde estaba en un principio, después, se inclinó junto a los demás pilares, menos Tanjiro, quien seguía de pie y de brazos cruzados.

Kagaya: Buenos días, hijos míos.

Mitsuri: Muy buenos días Oyakata-sama, me alegra verlo en éste día tan hermoso.

La chica rapidmamate lo saludó, ya que por lo general le ganaban, y ésta vez, sería la victoria ante tantas derrotas.

Kagaya: Gracias, Mitsuri.

Como siempre, el tono de voz del Patrón nunca cambiaba sin importar qué pasará, siempre hablaba de manera muy tranquila y calmada.

Kagaya: Kanae, hace unas semanas tuviste un encuentro con una de las doce lunas demociacas, ¿no es así?

No Esparaba Enamorarme de Ti - Harem. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora