En el capítulo anterior.
Michikatsu: Tu hermana no se veía muy contenta a la hora que te fuiste.
Tanjiro: Soy lo único que tiene, por eso me cuida tanto, a veces puede llegar a ser algo molesto, pero lo hace por un buen motivo, no quiere perderme, ni yo a ella.
Michikatsu: Entiendo a lo que te refieres.
En el capítulo de hoy.
Tanjiro: ¿En serio?
Michikatsu: La pregunta ofende.
Tanjiro: Eres un demonio que vive en cuerpo de un chico de 17 años.
Michikatsu: Eso no significa que no entienda a tu hermana, yo tenía un hermano menor.
Tanjiro: El cazador más fuerte de todos ¿no es así?
Michikatsu: Yoriichi Tsugikuni, quien una vez casi me mata de dos cortes, y quien hizo retroceder a Muzan Kibutsuji.
Tanjiro: Entonces si que fue muy fuerte como para casi matarte y también al rey de los demonios.
Michikatsu: Y mucho, murió de vejez justo cuando me iba a matar.
Tanjiro: Que suerte tan grande tienes.
Michikatsu: Se podría decir que si.
Tanjiro: Estar aquí es tranquilo...
Michikatsu: Pienso lo mismo, aunque es aburrido.
Tanjiro: ¿Piensas salir?
Michikatsu: Supongo.
Tanjiro: De acuerdo.
La conversación concluyó cuando el mayor desapareció, dejando al pelirrojo sólo mientras seguía observando aquel prado siendo acariciado por el viento, una muy buena imagen.
Afuera de la mente del chico, la noche estaba en su máximo esplendor, la luna brillaba como nunca, todo era tranquilo y solitario.
Ahora, una joven chica de largos cabellos negros y ojos rosas claros, caminaba por los pasillos de la finca, estaba sola, era de esperarse, se había despertado a media noche, su caminar era iluminado por una pequeña vela, para que el frío no la atacará, se cubría con una sabana.
Tardó poco más de dos minutos en llegar a su destino, un cuarto a simple vista sólo, lleno de camillas, y en una de esas, estaba un cazador, recuperándose de sus heridas, dormía cómodamente, ella solo se le acercó y se sentó a su lado.
Lo observó por un momento, se sentía culpable, verlo así de herido y estar al borde de la muerte le eran golpes muy fuertes para ella, aunque no lo conocía en lo más mínimo, la ayudó, y la salvo de morir, peleo contra el demonio el cual ella no pudo hacerle algo, estaba enojada también, era débil, siempre era salvada, igual que aquella vez, cuando el pilar de la roca, Himejima, las salvo a ella junto a su hermana Shinobu cuando eran niñas.
Tomó la mano de Tanjiro, mientras unas lágrimas caían de sus ojos, quería ser como los demás, ser fuerte, pero no podía serlo, también las palabras de la Kamado menor le afectaron muchísimo, aunque no lo demostrará, pero en sí, tenía razón, era alguien... Débil.
ESTÁS LEYENDO
No Esparaba Enamorarme de Ti - Harem.
Fiksi PenggemarLa humanidad en la era Taisho esta siendo brutalmente atacada por los demonios, seres sedientos de sangre y destrucción, los cuales no dudan ni un segundo en matarte. Ahora estos tienen una habilidad la cual les permite convertirse en bestias mucho...