El Viaje Infinito

Capitulo 2 - El Inicio de Todo

Desde que tenía seis años empecé a interesarme por el tiempo, fue poco después cuando me sorprendía viendo películas sobre viajes en el tiempo, personas que viajaban al pasado para cambiar su futuro, o incluso hacer cosas en el pasado que tenían que pasar para que su futuro fuera como lo es. Es confuso, pero mientras más me interesaba, más investigaba y más lo entendía. Después descubrí que el universo tenía que ver con todo esto, los agujeros de gusano, las paradojas, los portales con dimensiones paralelas, etc. Adoraba el tiempo, lo llegué a entender y a apreciar como ninguno otro, siempre he sabido que en algún momento sería posible el viaje en el tiempo. Tengo dieciséis años, y hace apenas unos minutos me acabo de dar cuenta de que el viaje en el tiempo, es posible...

Lo vi alejarse mientras llovía, un hombre completamente extraño, -¿A dónde irá?- me pregunté. Mis padres bajaban por las escaleras, yo seguía parado en la puerta principal, tratando de digerir todo lo que había pasado.

-¿Hijo? -dijo mi padre- ¿Qué quería el hombre? -no quería decirles la verdad, no a ellos, no eran mis padres, los quería por haberme cuidado toda mi vida, sin embargo no quería que supieran lo que había pasado.

-Emm, vino a platicarme sobre una escuela -mentí- dijo que tendría una beca muy buena.

-¿Y? ¿Piensas entrar? -dijo mi madre.

-Mamá, me están esperando, saldré un momento -dije.

-¿A dónde vas?

-Sólo... regreso en unos minutos ¿Vale? -mis padres siempre habían confiado en mí, jamás les había dado problemas.

-Está bien, no tardes -dijo mi padre.

Me dirigí al auto de enfrente, estaba a unos cuantos metros cuando la puerta trasera se abrió, había un hombre dentro, vestía igual que Warren, sólo que este se veía un poco más joven. No entré al auto, sino que me quedé parado, mirando al hombre que estaba dentro.

-¿Qué esperas? -dijo.

-¿Cuándo volveré? -pregunté.

-No puedo decírtelo hasta que entres -sentí miedo, inseguridad- Escucha muchacho, como te acaban de explicar, el tiempo es esencial para nosotros, ¿Vas a entrar o qué?

Me quedé parado unos segundos, pensando, al final entré al auto, sentía como el temor dominaba mi cuerpo, ¿Qué pasaría? Tendría la vida de mis sueños ¿no? O al menos eso esperaba. El hombre me miró, parecía que me estaba examinando, esbozó una leve sonrisa y se quitó el sombrero.

-Muy bien... Primero que nada chico, no hay vuelta atrás, jamás volverás a ver a tus padres adoptivos -dijo- ¿Nos vamos ya?

-¿Puedo despedirme siquiera?

-No, chofer, arranque -La puerta se cerró y el auto comenzó a avanzar, temía el no volverlos a ver, les dije que volvería en unos minutos, pero les mentí, jamás volvería a verlos- Ahora, ponme atención muchacho, tengo entendido que sabes mucho sobre los viajes en el tiempo ¿No es así?

-Así es, aunque la mayoría son teorías -dije.

-Pues esa mayoría son ciertas, sólo que las mantenemos en secreto por seguridad -dijo- Te tengo que explicar algunas cosas, digamos que viajas al pasado o al futuro, las cosas que hagas ahí relativamente no tendrían que cambiar nada en el futuro, esto te puede confundir, así que te lo explicaré de una mejor forma, imagina que viajas al futuro para verte a ti mismo en unos dos años, luego de eso regresas a tu época original, pasan dos años, y como tú en el pasado te has visto en el futuro, el tú del pasado viajará dos años para verte a ti, que prácticamente eres su futuro. ¿Me entiendes? Puede ser difícil de entender a veces, es todo un circulo, no para, se repite y se repite infinidades de veces -era completamente lógico, pero a la vez, tanta lógica era un poco confuso.

-Sí, eso creo... -dije.

-Perfecto, ya sabes como es el viaje en el tiempo, no puedes cambiar tu pasado, eso es imposible, las cosas ya están predestinadas, y una ultima cosa que debes saber, nosotros no ocupamos maquinas y ese tipo de cosas para viajar, nosotros abrimos agujeros de gusano, algo así como un portal espacio-tiempo para viajar, uno como el que acabamos de cruzar sin que te dieras cuenta -era cierto, voltee hacía afuera y las cosas eran diferentes, estaba fascinado, los edificios eran enormes, algunos coches volaban, otros andaban por tierra como nosotros.

Aún era de día, y la ciudad era increíble, las personas andaban por la calle con sus mascotas, debo admitir que no me imaginaba una ciudad así en el futuro, parecía que no había cambiado mucho.

-Lo que más ha cambiado son los interiores, los restaurantes ahora son atendidos por robots, lo carros que vuelan se conducen por sí solos aunque también pueden bajar a tierra y ser conducidos por un ser humano, por cierto si te lo preguntas, estamos en el año 2020, en el 2015 o sea tu época, aún no existía nuestra empresa, por eso somos enviados para reclutar a lo mejor del mundo, todos vienen al 2020 para comenzar su entrenamiento -dijo.

-Y ¿qué pasará más adelante, en el futuro? ¿Qué pasará con nosotros? -pregunté.

-Nadie tiene permitido saber eso, pero hay rumores, dicen que los humanos viviremos en otro planeta, este estará tan dañado que será imposible la vida, entonces tendremos que mudarnos a otro, pero las reglas serán más estrictas, la verdad es que solo son rumores, solo los rangos más altos lo saben -parecía que llegábamos a nuestro destino, era un solo edificio muy alto, pasamos por muchas zonas donde había guardias, incluso nos deteníamos en varias ocasiones y los guardias se asomaban para ver quien estaba a bordo del vehículo.

Luego de unos minutos, después de pasar por muchas zonas de seguridad, aparcamos en el estacionamiento, justo en frente del gran edificio, -OMT- se leía en él.

-Llegamos, la "OMT", Organización Mundial del Tiempo, un nombre algo improvisado por si lo piensas, no se esmeraron mucho en eso -se abrió la puerta del vehículo y ambos bajamos, quedamos parados justo enfrente de las puertas que daban acceso al edificio, mi vida estaba a punto de cambiar, lo podía sentir.

-Esta vida...

-Esta vida no es fácil -me interrumpió-, pero es increíble, única -nos quedamos parados, observando las puertas, en cuanto las cruzará, todo sería diferente.

-Y ahora, ¿Qué hago? -pregunté.

-Sólo... Entra.