La Fea Más Bella: ¿El final de nuestra historia?

Capítulo 11: ¿Qué más puedo decirle?

—Y le dijiste tus intenciones.
—Por primera vez le hablé con la verdad.
—¿Y cuál era esa verdad?
—Que ella es lo que más quiero en este mundo, que quiero hacerla feliz a mi lado, porque estoy completamente enamorado.
—¿Qué te dijo?
—Que somos iguales y pude notar que si, porque ella lo es TODO para nosotros.

[***]

25-enero-2008

Llegó a su casa feliz, eso le pasaba desde hace un mes, ahora entendía que lo mejor fue arriesgar todo, subirse a ese avión, quitarse los miedos, e ir tras lo que siempre quiso en la vida. Hoy todo debía ser perfecto.

Después de romper su compromiso con Aldo Domenzaín, uno que nunca debió de existir, sus días fueron completamente grises, solo sabía hacer una cosa: llorar, encerrarse en su habitación, y no querer saber nada, ni de nadie, no por la cancelación de esa boda, si no porque dejó ir a lo que más quería, su Don Fernando.

Cuando empezó a platicar con él en la distancia, sus días se pintaron con un poquito de color, pero no era suficiente, se sentía sola, todos sus recuerdos venían a su mente, su mamá estuvo todo el momento a su lado apoyándola, dándole palabras de aliento para seguir con su vida. Su padre lo hizo a su manera, y ella siempre se los agradecerá, ahora lo único que esperaba, es que su familia aceptará al hombre de sus sueños, sabía que con Julieta Solis no habría ningún problema, pero Erasmo Padilla que seguirá pensando, él sabe que ama a Fernando Mendiola pero estará dispuesto dejarla ser feliz.

Esperaba que si, lo único que tenía claro es que pelearía con todos, hasta con su padre si era necesario, ya no quería dejar pasar las oportunidades de su vida ante el Amor Verdadero.

"Buenas tardes, familia." Entró con una sonrisa, como era habitual los últimos días después de llegar de Brasil. Se acercó a su padre, le dió un beso en la mejilla, después fue con su madre y la abrazó con fuerza.

"Hola mi niña hermosa." Julieta besó su frente.

"¿Y hoy por qué tan temprano Lety?" Su padre volteó a verla, ella empezó a sentir como su tic le jugaba una mala pasada.

"Papá." Respiro hondo y se sentó a su lado. "Bueno es que hoy tenemos visitas." Sonrió.

"¿Visitas?" Don Erasmo miró a su esposa, y a su hija sin entender. "Por eso la casa reluciente, y la cena la preparaste desde temprano." Julieta asintió riendo, mientras le daba unas pequeñas palmaditas, y acariciaba su espada. "Pues quién vendrá el rey de Roma."

Leticia pensó que vendría alguien muchísimo mejor que un rey. "¡Ay papacito cómo eres! Jijijijiji. No solo vendrá Don Fernando."

Erasmo no dijo nada, solo tomó su periódico e ignoró la situación, algo que preocupó a Lety. "No dirás nada papá." Cuestionó nerviosa.

"A ustedes no tengo nada que decirles, ya vendrá Fernando Mendiola, y ahí sí tengo mucho que hablar." Se levantó, tomó a motty entre sus brazos y se encaminó a las escaleras. "Supongo que es puntual." Leticia asintió. "Bien bajo a las 8:00." Sin decir más subió a su habitación.

"¡Ay mamita!" Lety fue con su madre, y la abrazo. "¿Crees que haya mucho problema?"

Julieta Solis intentó tranquilizar a su hija dándole palabras de aliento, diciéndole que todo estaría bien, pero no estaba segura, con su esposo nunca se sabía.

"Olvídate un ratito de tu padre mi amor." Acaricio su mejilla. "Mejor ayúdame a preparar lo último, y después te vas a poner más bonita. Mientras llega Don Fernando."