Capítulo 7: ¿Dónde estás corazón?

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¿Por qué todo un día se va?
No, eso jamás sucede.
Así lo siento, y es recurrente.
—Mira lo único que se va es el pasado, lo que no llega es el futuro, pero aún así en el presente puedes disfrutar de su risa que te hizo volar, todavía tienes esa llave para llegar a su corazón, para amarla todos los días que te faltan por recorrer, todo está aquí.-Tocó mi corazón. —Solo hay que recuperarlo.—

[***]

20-diciembre-2007

Estaba sentado frente a la laptop, y no tenía respuesta de Lety, me había dicho que estaría muy ocupada con trabajo de fin de año, para Conceptos, pero que se iba a dar el tiempo de mandarme un mensaje, los últimos días solo mando pequeñas frases, y se desconecto. Entendía que tenía trabajo, en estas vísperas se acumulaba aún más.

14-diciembre-2007
Siempre te pedí, porque a tu lado encontré un ángel en mi ventana, miles de estrellas en el cielo, besos llenos de amor, y susurros interminables de "un te quiero." Así que dime, es imposible dejarte ir, y siempre querer luchar por tí.

16-diciembre-2007
Eres esa promesa que ya no quiero romper, eres cada uno de los latidos de mi corazón, eres mi sonrisa después de un mal día, eres mi vida, siempre mía. Y me faltas como respirar, por eso esperaré por tí, como la montaña espero por Mahoma.

18-diciembre-2007.
Hoy por fin me duermo sin temor, ahora más que nunca entiendo que los tiempos son perfectos, y de Dios, tu me has caído del cielo. Hoy por fin la suerte está de mi lado, vive tu vida conmigo, no esperemos más, o lo haces Tú, o lo cumplo Yo.
Te amo.

No entendía mucho ese último mensaje, lo leía, y releía, pensando que quería decir con eso mi Lety, desde ahí ya no mando nada, supongo que había demasiado trabajo en la empresa, siempre salíamos de vacaciones el 21 de diciembre y regresamos hasta el 10 de enero, mire mi reloj, eran las 10:45 pm del 20 de diciembre, apague la computadora, decidí mejor irme a dormir, pero fue imposible, solo daba vueltas, y vueltas en la cama, hasta que de pronto el timbre de la puerta me hizo dar un salto afuera de la misma, se me hizo muy extraño el único que sabía que vivía aquí era Joâo, quizá había pasado algo, o necesitaba que le ayudará a elaborar algún documento. Sin más, me dirigí hasta allá, ese timbre era incesante, y me reventaba la cabeza.

"¡Ya voy caray!"

Negué con la cabeza, abrí la puerta, al hacerlo no hice más que abrir los ojos como dos platos, mi corazón latía como un caballo desbocado, mi cuerpo temblaba de pies a cabeza, pero de pronto e instantáneamente se anidó una sonrisa en mis labios, mis ojos brillaron más que la luminosidad de la noche. No sabía qué pasaba pero estaba feliz.

"Hola." Sonrió. "Puedo pasar." Me dijo mostrando su maleta. Me quedé parado sin decirle nada, es que no lo podía creer. "Si no quieres está bien. ¡Jijiji!" ¡Esa risa Dios mío cómo la extrañaba! "Igual puedo ir a un hotel, y desde ahí seguir con nuestras pláticas nocturnas." No pude decir nada, pero si hice algo que necesitaba desde hace 10 meses, simplemente la abracé.

"Mi Lety." La aferré a mi pecho, inhalando su dulce aroma, para llenarme de ella. "¿Qué haces aquí?" Sonreí mientras tomaba su cara entre mis manos. "¿Cómo supiste dónde vivía?" Junte mi frente con la suya, y después volví a abrazarla.

"Cangre. Cangre." Solté la risa, y me separé de ella.

"Volvió cangre." Sonreí.

La Fea Más Bella: ¿El final de nuestra historia?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora