Capítulo 9: ¿Por qué te quiero?

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Me ha preguntado si la quiero.
Y que le has dicho.
Que la quiero por su pasado, sus defectos, sus errores, su sonrisa, sus bromas, su sarcasmo, sus celos, sus alegrías, y tristezas, la quiero aún más cuando está enojada.
Ya vas entendiendo qué significa el amor.
Creo que todavía no lo sé, pero la quiero, porque a su lado soy mejor, con ella aprendí lo que hoy tengo de ese sentimiento.

[***]

24-diciembre-2007

Podría decir que son los mejores días de mi vida, pero realmente estaría mintiendo, porque anteriormente hemos vivido momentos extraordinarios, que no se pueden borrar así como así, cada instante es único, no me queda más que guardarlos en la memoria de mi corazón, no compararlos no es necesario, solo sé que se han igualado, escribiendo líneas irrepetibles como las que están en la visión del pasado.

Tengo claro que cuando se cambian los planes, te sucede lo extraordinario, lo que tienes que hacer es voltear al cielo, para agradecer, porque es algo que no estuviste buscando, ya que lo tienes aferrarte a él, y no lo sueltes, ahora si no lo hagas, porque las oportunidades no llegan en racimos, a veces es solo una, y no puedes desaprovecharla, el tiempo no perdona pasa tan aprisa, que cuando abres los ojos puede ser demasiado tarde, aunque dicen que siempre hay motivos, para empezar desde cero, yo pienso que nunca se inicia de nada, las huellas pisada son imborrables, el pasado ahí se queda, no cambia, la única razón que te da para modificar el futuro es tu independencia a ser mejor de lo que fuiste ayer.

Nunca pensé pasar una Navidad a su lado, y aún tan lejos de mi familia, si algo siempre habíamos tenido los Mendiola-Villarroel era que la navidad se volvía época de paz, convivencia, y amor, eran fechas que siempre disfrute porque estábamos unidos, parecía extraño pero así lo era.

Hoy es una Navidad diferente, pero se que será inolvidable, a su lado todo se vuelve magia. Después de recorrer la ciudad de Belo Horizonte que para mí es una de las mejores, realmente dónde esté ella será el mejor sitio.

Al día siguiente fuimos a la casa de descanso, dónde le presente a cada una de las personas, como era de esperarse Leticia Padilla Solis no necesito ni un segundo para caerle bien a todos ellos y ganarse su confianza, y corazón, la hicieron sentir como en casa mostrándole todo lo que ahí se hacía, la veía tan sonriente que no deje de admirarla, cada minuto más, ha sido la única que ha podido ganarle a Don José en el ajedrez, y no me sorprende Leticia siempre gana, eso la hace aún mejor. Cocino con Doña María un delicioso pan de nuez. Jugo cartas, lotería, tejió, y hasta vio un juego de fútbol.

Y es que mi Lety es tan hermosa, que tuvo la brillante idea de hacer una posada el 24 de diciembre. Mencionó que ellos también deberían de disfrutar la navidad, y tiene razón, a veces en estos lugares, aunque viven bien, se perdían un poco las tradiciones, o no se perdían se quedaban en el olvido, se pasan como un día más.

Este año se que será diferente, Lety y yo nos dedicamos a adornar el lugar, con un impresionante árbol natural, esferas, y luces de colores fueron indispensables para que el aura quedará perfecto para recibir la navidad.

"Ya veo porque la amas tanto Fernando." Volteé a ver a Don José. "Es una gran, y extraordinaria mujer, yo creo que ya es su tiempo, si vino hasta aquí imagino que lo hizo para regresar contigo."

Suspiré. "¿Usted cree que...?"

Me interrumpió. "Que si yo creo que ya es tiempo de volver." Sonrió. "Fernando lo único que te tiene aquí somos nosotros." Rió. "Hijo en este tiempo nos has dado tanta alegría a cada uno de los que estamos aquí, has hecho más de lo que te imaginas." Tomó mi mano. "Estaremos bien Fernando, sabes por qué." Negué con la cabeza. "Porque sabemos que estás feliz. Leticia y tú definitivamente son almas gemelas, que deben estar juntas no desaproveches más la vida. Esa mujer te necesita aún más de lo que tú a ella. Aunque eso sí, lo que no te perdonaremos es que no nos visites mínimo una vez al año. Sé que cada año vendrás con ella, y tal vez la vida nos alcance para ver a sus hijos." Rió divertido. "Mírala y dime si después de hoy podrías dejarla ir y decirle que no como aquella tarde del aeropuerto."

La Fea Más Bella: ¿El final de nuestra historia?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora