9:58 am
─¿Nunca te haz preguntado hasta donde puede llegar el ser humano?
Traté de fórmular una oración, pero fue inútil, dude un poco antes de soltar lo que tenía para alegar.
─No sé exactamente a que te refieres.
─¿No está claro?─preguntó, aún pensativo.
Negué con la cabeza.
─El cerebro del ser humano es algo complejo, hay cosas que todavía no entendemos, cosas inimaginables. Sólo utilizamos el 10% de la capacidad cerebral. El punto es que, nuestra naturaleza es algo desquiciada, por tratar de sobrevivir somos capaces de destruir, así sea a nuestra propia especie.─Explicó, con un sonrisa macabra estampada en su rostro.
─¿Pero eso ya lo sabes no?
Me quedé sin habla. Pocas veces en mi vida me ha sucedido eso.
─¿Ehh? ─Fue lo primero que salió de mi boca, casi aturdida volví a hablar.
─¿Por qué me dices eso?─pregunté.Me observo con su ceño fruncido, rápidamente todo ese aire anterior desapareció, trayendo consigo esa vibra amarga que lo caracteriza. Su rostro era pura seriedad, muy inexpresivo.
─Limitate a hacer tu trabajo.─soltó, con amargura, girandose y comenzado a caminar hacia su escritorio, dándome la espalda.
¿Pero qué cojones le pasa a ese ser?─Me pregunté a mi misma, frunciendo mi ceño.
Se sentó, con vista hacia las afueras, observando la ciudad tras el cristal.
Me encogi de hombros ,y empecé con lo mío.
Tomé un lápiz de color rojo y en una libreta de diseño, empecé a trazar finas lineas. Juntando una con otra, hasta empezar a formar unas uvas, con gotas de agua del lado izquierdo y fuego del lado derecho. Era un contraste muy fuerte. Seguido de eso, dibujé dos triángulos por enzimas del diseño de las uvas.
Luego, tomé un compás y dibujé circunferencias.
Repentinamente sonó un celular, lo que hizo que levantara el rostro en busca de la fuente del sonido.
Benjamín, giró la silla donde anteriormente estaba con vista hacia el ventanal, para descolgar el celular de su escritorio.
─Informales que pasen.─Y rápidamente cortó.
Frunci mi ceño sin entender nada.
Me lanzo una mirada cansada.─Los detectives ya vienen para acá.
Iba a abrir mi boca pero antes de poder soltar una palabra Benjamín, me interrumpió.
─No preguntes nada por favor.─ordenó, volviendo a retomar la vista.
Estaba nerviosa, podía sentir cómo recorría por mi frente una pequeña y diminuta gota de sudor hasta caer al suelo. Bajé mi rostro hacia él y luego me toque mi rostro limpiandome el rastro de ella.
Pasaron cuando mucho, 3 minutos aproximadamente cuando tocaron a la puerta.
─Pasen.─habló Mousett.
La puerta se abrió dejando ver a Duphon y Rivers, con una chica y un joven, los que supuse que eran los demás detectives encargados del caso de Evans.
─Señor Mousett.─pronunció Duphon, en forma de saludo, acercándose a Benjamín, estirando su mano.
Benjamín, rápidamente se levantó y le estrechó la mano, que aún la tenía en el aire.
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La fuerza inexplicable de un sentimiento]✔
Mystery / Thriller¿Te imaginas cuando un sentimiento es tan atrayente que es capaz de arruinar todo? Para bien o para mal, y no es porque lo desees o porque eso quieras. Simplemente pasa, sin razón, sin motivo y sin opción a elegir. Así sea lo último que hubieras que...