11:05 pm
30 de agosto de 2019─¿Por qué estamos en estás circunstancias?
─Tuvieron un accidente.
Sentí sus manos en mi cara y empecé a tratar de forcejear con él. Temiendo que fuera a abusar de mí.
─Calmate.
─¡¿Cómo quieres que haga eso?!¡¿Qué me piensas hacer?!─exigi.
─¡¿Qué haces?!¡Déjala!─grito Edith.
─¿Me dejaras quitarte el pañuelo?
Me quedé en silencio, y luego asentí
─Lamento que estén en ésta circunstancias.─habló mientras me quitaba lo que me tapaba la visión.
¿Se disculpó? ¿Qué coño tiene en mente éste psicótico?
Lentamente abrí mis ojos acostumbradome a la luz. Estaba en un cuarto color azul cielo con pequeñas estrellas. Estaba totalmente iluminado, era un poco grande. Desvíe mi atención hacia Edith, ella estaba sentada en una silla de metal, Lucia cómo un material pesado y resistente. Tenía las manos amarradas hacia tras con una soga color amarillo no tan escandaloso, con un pañuelo totalmente negro en sus ojos. Traía puesto unos jeans negro con una camisa de vestir azul reí de lentejuelas. Eso no era todo, Edith tenía roturas en las partes descubiertas de su cuerpo, tenía un moreton en su brazo derecho que en poco tiempo se volvería morado. Sangraba, aquello me pegó en el alma.
Frunci mi ceño y pose mi atención en el desconocido, el cuál dejaba la primera impresión de un chico rudo, una chamarra color marrón de cuero, y unos jeans negro, de tes blanca cómo el papel, el cabello largo y abundante que le caían algunos mechones alrededor de su cara, con unos potentes ojos color negros. Alrededor de unos 25's aproximadamente. De 1.85 de estatura, era muy intimidante. Pero alejando su aspecto de chico rudo y de no seguir las reglas. Su cara se me hacia familiar, el problema es que no se de donde. Por más que trato de indagar en mis recuerdos, no. No encuentro, no lo entiendo, la verdad.
─Ya se que soy apuesto pero seguirás mirándome con esos ojos virginales?
¿Qué? ¿Cómo carajos me acaba de decir este misógino?!
Tosi, aclarandome la garganta.─Para nada.¿Quién te crees tu para hablarme así y para tenernos secuestradas? ¿es por puro morbo? ¿por qué estamos aquí?
─Oh no...esto no es un secuestro. Discúlpenos si le hicimos pensar eso, estás totalmente equivocada. Somos su... cómo decirle sus nuevos socios o aliados cuál les parezca mejor. Habló retirándole a Edith la tela.
─¿Qué?─preguntamos Edith y yo al unísono.
─Como dije.─dijo con una renuente línea en sus labios.
─¿Por qué hablaste en Plural?
─¿Quién más es parte de esto?
─Se supone que tocaría ese tema en unos minutos pero cómo son tan persistentes. Antes, las desatare a ambas. Deben confiar en mí.
─¿Como confiar en alguien que nos drogo luego de un accidente, nos trajo a un sitio que deja mucho que pensar, nos amarra a unas sillas y nos amordaza?
─Se supone que era para su propia seguridad.
─Seguridad de qué?
─Mejor dicho de quién.
─¿De ti?─lo miré desafiante.
─Ya basta. Confíen, aquí yo no soy el enemigo.
─Si no tenemos más opción.─suspire, dándome por vencida.

ESTÁS LEYENDO
La fuerza inexplicable de un sentimiento]✔
Misteri / Thriller¿Te imaginas cuando un sentimiento es tan atrayente que es capaz de arruinar todo? Para bien o para mal, y no es porque lo desees o porque eso quieras. Simplemente pasa, sin razón, sin motivo y sin opción a elegir. Así sea lo último que hubieras que...