Boda ||CXC

Capítulo dos

Estaban de camino a la casa cuando escucharon un grito que fue inevitable ignorar, de todos fue el único que no recibió tanto amor de parte de la pubertad, pero no quita que hizo un esfuerzo por arreglarse y lucir como un auténtico galán (aunque también se le puede atribuir al dinero que hizo siendo un cirujano plástico). JJ cruzó la calle con la sonrisa marca Jones sonriéndoles mientras se quitaba los lentes de sol. Sus ojos marrones estaban alegres y su cabello castaño estaba más corto, se veía un poco raro (según Murphy).

"¡Qué alegría verlos!" abrazó a los chicos y a Murphy solo le sonrió, ella lo agradeció, al menos alguien respetaba su espacio ese día.

"Wow, te ves genial, hermano."

"Me gusta el corte nuevo." pasó sus dedos por el cabello suavemente.

"Gracias." Los 4 empezaron a caminar hasta la casa. "Me emociona que Franco esté a punto de casarse, miren que pensaba que nunca lo haría."

Todos asintieron recordando que Franco odiaba el matrimonio, todos lo atribuían el hecho de que sus padres estaban divorciados, pero aun así vivían juntos (en su defensa, creían que los chicos no sabían, pero la verdad es que todo el pueblo sabía que no estaban juntos) porque querían educar lo mejor posible a sus hijos y sentían que al mudarse podrían romper el vínculo que todos tenían.

"Me causa alegría saber que se casará con Mercedes, ella siempre lo adoró." Mencionó Eddie, todos asintieron.

Mercedes era una compañera en la escuela y solía sentarse detrás de los Jones los domingos en la iglesia, adoraba ver a Franco y cada vez que le hablaba se sonrojaba hasta las orejas. Franco fingía no notarlo porque no tenía ningún tipo de interés en formar una relación, pero no descartaba que ella pudiera ser la chica indicada; no se equivocó. En el último año de instituto Franco le confesó sus sentimientos y decidieron darse la oportunidad de salir y han estado juntos desde entonces.

"A mí solo me preocupa saber quién será su nuera."Mencionó Murphy, todos hicieron una mueca de preocupación y miedo.

No es que sea mala, pero Katie es la mujer más irritable de todo el mundo, criticando todo y opinando en todo. De hecho, no les sorprendería saber que ella está a cargo, por un lado, de la preparación de la boda porque es imposible hacer que esa mujer esté indispuesta. Una vez intentaron hacer que le diera un resfrío y hasta enferma siguió molestando. Era una piedra. Llegaron a odiarla bastante en la adolescencia.

"Pero su papá es genial, eso es lo importante de todo esto." asintieron ante eso.

Nada más ver la casa sonrieron, seguía igual de preciosa que siempre, verla era recordar todos esos años de travesuras, castigos y fiestas. La puerta estaba abierta así que todos entraron directamente, las maletas de Murphy estaban ya ubicadas en su habitación por lo que se dirigió allá directamente para poder darse un baño en el lago. Hizo un gesto y cuando iba a salir a preguntarle a los demás escuchó el grito de Josh diciendo que estaría allá. Salió después de ponerse protector solar, escuchando risas y música fuera. Sus padres también estaban ahí bebiendo cerveza y hablando con Karen, la novia de su papá.

Él la vio y le sonrió, lo ignoró dejando sus cosas en un lado y se tiró al lago. Josh sonrió al ver a sus padres, abrazando a Karen también se sentó a hablar un rato con ellos, Eddie haciéndole compañía cuando llegó, Brodie se tiró directo al lago dispuesto a molestar a Murphy porque la última vez le ganó nadando, eso no se quedaría así. Ella soltó una carcajada cuando vio el salto que hizo.

"Me parece que solo falta una persona aquí", su mamá sonrió cuando escuchó la voz, poniéndose de pie caminando a su encuentro para abrazarlo. "Ay, mamá, no aprietes tanto que me duele."

"No seas llorón."

"Soy." Los hermanos soltaron una carcajada cuando escucharon la respuesta.

"Hola, Mercedes, qué hermosa estás." La aludida sonrió con vergüenza y se dejó abrazar por su nuera. Franco le sonrió, pero se dirigió hasta el lago para saludar a los demás.

"Cuéntanos, ¿qué se siente saber que Katie será tu nuera?" Preguntó Murphy mientras sonreía con inocencia.

"Horrible." murmuró, asegurándose que Mercedes no fuera capaz de escucharle.

"¡Ya sabía!" exclamó Brodie riéndose.

Mercedes se acercó. "Pero sí, sí, es súper genial todo." fingió que hablaban de algo más, ella golpeó su estómago.

"Ya sé que mamá es insoportable, Franco, hasta yo respondería que se siente horrible saber que será mi nuera." Josh abrió los ojos en sorpresa y Murphy se hundió.

"Vaya, hasta lee mentes ya", murmuró Eddie.

"Claro que no, es que ustedes son los Jones, siempre pensaron que mamá era horrible, obviamente seguirían usando esa palabra para describirla." soltó una risa viendo a los Jones bajar la mirada al ser atrapados.

Muy rara vez se les veía hacer eso. Se permitió sentirse poderosa solo por lograr hacer que los Jones sintieran vergüenza por algo que hasta ella diría, porque es lo normal, su mamá realmente es insoportable cuando lo desea (todo el tiempo). Por eso eran tan odiados en el pueblo, bueno, su mamá lo era.

"A veces me pregunto cómo tus padres se casaron teniendo en cuenta lo diferentes que son." Dijo Murphy, prestando atención a su respuesta, si es que tenía.

Mercedes se encogió de hombros y recogió su cabello tintado de rubio en una cola alta. "Ni siquiera yo sé, supongo que mamá era genial en ese momento y con la vejez fue cambiando, papá solía contar unas anécdotas sobre lo genial y divertida que mamá era."

Ay, pensó Franco mirándola de reojo.

Ojalá y que tampoco se ponga como su mamá porque la verdad es que él espera ser el tío, padre y abuelo más genial de todo el mundo. Murphy lo miró escondiendo una sonrisa, leyendo en su rostro el miedo y la duda que se acaba de presentar en su mente, evitó mirarla y se concentró en beber una cerveza. Mercedes se lanzó al lago después de quitarse la falda.

En algún momento Murphy se quedó sola cerca del bote que tenían en el lago y su papá apareció sentándose en este con un poco de dificultad. Construir junto a un lago tenía su ventaja, pero a la vez era una tortura para él. Le gustaba mucho tener la oportunidad de jugar con sus hijos mientras crecían en un ambiente que él consideraba sano, pero también le molestaba un poco que todo fuera en el agua, es decir, le gustaba, pero odiaba tener que estar en el agua todo el tiempo. Su ex esposa diría que es porque él odiaba bañarse. lo cual era cierto.

"Hola," él le sonrió luego de luchar un poco con el bote. Ella alzó las cejas y apretó los labios mirándolo, al menos esperaba que fuera porque intentaba ocultar una sonrisa. "¿Tuviste un buen viaje?" Intentar conversar con su hija siempre era lo más difícil del mundo.

"Lo tuve, sí." Contestó ella, intentando alejarse.

"Pensé que llegarías un poco más tarde, al menos eso fue lo que dijiste." Él miró esperanzado como ella dejó de alejarse lentamente y lo miró.

"Iba, pero pude salir más temprano de la escuela y decidí venir."

"¿Entonces no viniste en avión?" Conducir tantas horas hasta el pueblo era algo que él odiaba hacer, por eso le sorprendía saber que eso fue probablemente lo que Murphy hizo. Aunque tendría sentido viniendo de su parte.

"No, sabes que no me gustar estar mucho rodeada de personas, al menos no todo el tiempo." Se encogió de hombros y él asintió.

"Tiene sentido, sí. Ya sé que si puedes evitarlo, definitivamente lo harás." Ambos asintieron y luego se formó un pequeño silencio entre los dos.

"Bien, buena charla, adiós." Y con eso Murphy se alejó.

Celebró internamente porque al menos logró conversar con ella, en persona, por unos minutos sin que ella pusiera mala cara. Era una victoria que le había alegrado el día.