Capítulo quince

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No hablaron mucho en el camino a la casa del lago, pero cuando cruzaron el restaurante recordaron que no estaba tan cerca como creían y el calor empezó a ser muy irritante, decidieron hablar banalidades para entretenerse y olvidar que todavía les faltaba un par de cuadras más para llegar. Evitaron a toda costa hablar sobre el tema más importante y bromearon sobre diferentes cosas durante el camino. Al principio fue incómodo porque Murphy no estaba segura de si quería hablar sobre el tema, pero a la vez sentía que era el momento de hablara con otra persona que no fuera su familia (o su psicóloga) sobre este tema en particular. La bomba que hizo tantos cambios en su vida. Lo que más la atormentó y la traumó.

Fallon estaba segura que, aunque ahora estaban solas y existía la posibilidad, no era el momento adecuado. Se sentía confundida por todas las emociones que sintió en menos de cinco horas y aún no terminaba de formular todas las preguntas necesarias en su cabeza. También se preguntaba si Murphy seria realmente capaz de resolverlas, no porque no confíe, más bien porque no estaba lista. Es comprensiva, pero tiene curiosidad y se siente tan atraída hacía ella que tiene la necesidad de saber todo sobre ella para poder entenderla más a fondo, ayudarla a sanar y estar ahí. Maldito complejo de sanadora.

Antes de entrar a la casa se detuvieron notando que aún iban de la mano, un rubor recorrió las mejillas de Fallon y Murphy rascó su nuca sin saber qué hacer, pero fue sutil sentir que sus dedos dejaban ir los de la más baja y se sonrieron nerviosamente. Estaban debajo de una sombra todavía buscando reacciones en el rostro de la otra, sin saber exactamente qué era lo que querían ver o lo que esperaban. No tuvieron la oportunidad de preguntar porque la puerta se abrió con fuerza y Kelly exclamó con sorpresa, apretándolas en un abrazo para soltarlas con rapidez y hacerlas entrar a la casa. Nerviosa y haciendo muchas preguntas que parecían un balbuceo incoherente.

"Mamá, para, necesitas respirar." Murphy apoyó su mano en el hombro de su mamá, apretándolo para que pudiera reaccionar, lográndolo.

"Yo solo estoy sorprendida. ¿Cómo es que está aquí? Está tan grande, por Dios, ¿la viste? ¿Beca también está aquí? o peor aún, ¿su papá está aquí?" al menos ella era bastante directa y rápida con lo que quería saber.

Fallon se sintió como una intrusa, aunque ya se sentía así desde temprano, y se excusó diciendo que estaba cansada para poder retirarse de allí. Ya estando en la seguridad de la habitación se tiró en la cama y cerró los ojos sintiendo todas las emociones recorrer su cuerpo con un poco de agresividad. Buscó su teléfono y marcó el número de Lucía, sin preocuparse por su trabajo o si podría estar disponible, quería escucharla y que le dijera que no fue una intrusa y que estuvo bien que se haya quedado todo el tiempo allí, que hayan dejado que la mamá de Maggie asumiera que tenían una relación, que Murphy haya evitado con educación la opción de darle su número de teléfono, que le diera una explicación lógica sobre Maggie y que la empujara a confesar sus sentimientos y sus ganas de tener una oportunidad, sin importar donde estén.

Contestó la segunda vez que tuvo que llamar y se escuchaba feliz con un toque de sorpresa. "Raro, ¿por qué me llamas?" se echó a reír sin poder evitarlo.

"¿No puedo hacerlo?" su voz se escuchó extraña.

"¿Te pasa algo? Tuve que escaparme al baño para poder contestarte, así que sé sincera y directa, Fali. Es seguro aquí, ¿está bien?". Escuchó la preocupación en el tono de su amiga y se mordió el labio. Ahora ya no estaba tan segura de su llamada.

"Yo...pasé casi tres horas con Murphy..." otro suspiro, pero más pesado "y su hija. Su hija de 15 años. Su hija que se apareció en medio del restaurante diciendo que la ha estado buscando. Murphy me pidió que la acompañara a las dos y lo hizo porque necesitaba un apoyo, me tomó minutos darme cuenta que pensó en que yo sería un mejor apoyo que su propia familia. Y después me enteré que el abuelo de la niña fue quien las separó hace 11 años. Murphy dijo que solo cuidaba de ella, pero esta adolescente se pasó un par de horas llamándola mamá con toda la comodidad del mundo. Y después la acompañamos a casa encontrándonos a su otra madre que hizo preguntas sutiles para saber cuánto tiempo teníamos de relación porque, y no estoy jodiendo, Murphy me mantuvo pegada a su cuerpo todo el tiempo, sus dedos enganchados con los míos apretándolos cuando se sentía incómoda. Yo estaba ahí tragándome la reunión familiar sin saber qué mierda decir o hacer. Luego caminamos por yo no sé cuántos minutos bajo este horrible calor hasta la casa del lago y ninguna mencionó algo sobre lo que pasó. No sé cómo sentirme con tanta información, que aún me hizo crear más preguntas que no sé si serán respondidas pronto o con honestidad." Habló con tanta rapidez y sin respirar que se quedó sin aire al final, porque a mitad de todo se puso a caminar en la habitación para dejar fluir las palabras con más honestidad.

Boda ||CXCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora