Capítulo 12: Pareja

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El traje de tres piezas le quedaba como un guante, resaltaba su figura alta y esbelta.

Kakashi observaba embelesado como su novio terminaba de arreglarse delante del espejo de pared, no podía y no quería quitarle los ojos de encima.

_ ¿Estás ansioso?_ Obito finalmente le dirigió la miraba, se veía radiante, tanto que Kakashi parpadeó un par de veces antes de responder.

_ Un poco.

En realidad estaba seguro de que Obito preguntaba si estaba ansioso porque llegarían juntos a la boda, pero él estaba ansioso por otro motivo. Apretó la caja que escondía en su bolsillo derecho y sonrió.

_ Todo saldrá bien, esta vez no voy a tomar alcohol.

Sonrieron al recordar el incidente en la casa de Sakumo unos meses antes. Por suerte todo había salido bien, de hecho, habían ido más veces a cenar después de eso. Obito se llevaba sorprendentemente bien con su padre.

_ Eso quiero ver _ le retó, sabía que no sería del todo posible al tratarse de una boda.

Obito sonrió malicioso al escucharlo, se acercó como un felino fijo en su presa. Sus manos se apoyaron en los hombros de Kakashi y su rodilla derecha subió para posicionarse entre las piernas del albino.

Kakashi pasó saliva, aún lo miraba medio hipnotizado, presa de esa mirada candente. Sin vacilar llevó las manos a la cintura ajena en un intento por atraerlo más.

_ Entonces vamos a apostar_ Obito recorrió con una mano el rostro de su amante, y al verlo cerrar los ojos con gozo se sintió increíblemente poderoso. Kakashi estaba tenso bajo su toque, casi temblando por sus acciones.

_ ¿Qué vamos a apostar?

Kakashi lo atrajo más desde la cintura y se enderezó para esconder su rostro en la garganta de Obito, respirando de su perfume.

_ Mmm... _ Obito pensó, y pensó, pero su cerebro estaba concentrado en algo más, cuando sintió la cálida lengua de Kakashi recorriendo sus cuello no pudo evitar hincarle las uñas en el hombro, casi arruinando su traje.

_ ¿Obito?

_ ¡Espera! Déjame un momento, no dejas que me concentre..._ cuando Kakashi obedeció y se alejó curioso de su cuello por fin soltó el aire que había estado conteniendo. _ Ya sé, si no bebo alcohol durante la fiesta, al volver, harás todo lo que te diga.

Kakashi sonrió, y luego asintió.

_ Bien. ¿Pero que hay para mí?

_ Si por lo contrario, llegase a probar siquiera algo de alcohol, entonces podrás hacer lo mismo conmigo. Haré todo lo que me digas al volver de la boda.

El agarre de su cintura se tensó aún más.

_ Estás caminando por una zona peligrosa amor, hoy tengo ganas de hacer un desastre de ti.

Dios. No había visto esa mirada salvaje en ese rostro casi siempre calmado desde hacía mucho. En realidad, dudaba que en algún momento Kakashi hubiera dado rienda suelta a todos sus deseos. Se sintió como sacarle la correa a un animal salvaje, y le gustó.

Se inclinó y lo besó fugazmente, sabía que si se demoraba más ni siquiera llegarían a la boda y eso Rin jamás le perdonaría.

_ Trató hecho.

              ***      ***       ***

La elección de margaritas y lavandas para la boda fue definitivamente la mejor, el aire estaba impregnando de un maravilloso aroma floral que al combinarse con los colores blancos, amarilla y violetas otorgaban a la fiesta un aire de cuanto de hadas.

Pasos insegurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora