Volverte a ver

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Los días pasaron, y Seonghwa comenzó a distanciarse de Hongjoong. El peliazul sentía que el alfa lo estaba evitando, sin embargo guardó la esperanza de que simplemente fuera culpa del trabajo. Sin embargo, después de una semana, entendió el verdadero porqué de esa actitud.

—Hola —lo saludó el pelinegro asomándose por la abertura de la puerta del estudio. Hongjoong estaba al escritorio, trabajando en la creación de nuevo diseño para una agencia de publicidad.

Lo saludó de igual manera e interrumpió su trabajo para prestarle atención —¿Qué ocurre?

—Amhh —el más alto se tomó su tiempo antes de hablar otra vez —Mañana me reuniré con Yeosang.

Aquellas palabras tardaron largos segundos en llegar al subconsciente de Hongjoong, pero cuando finalmente lo hicieron, sintió como si le hubieran aventado un balde de agua fría.

—Oh, suena bien...

¿Qué más podía decir?

—Sí ¿ha pasado largo tiempo, no crees? —Seonghwa volvió a verlo mientras intentaba esbozar una leve sonrisa. Hongjoong no correspondió su gesto, pero asintió y se llevó sus dedos a la altura de los labios, intentando ocultar cualquier expresión traicionera que pudiera mostrar.

—Bueno, solamente venía a decirte eso... No lo sé, supuse que era bueno que supieras. —Seonghwa dio un paso al frente en la habitación, pero no se atrevió a acercarse más. —Debo irme, tengo cosas que hacer. T-te veré después.

El alfa se dio la vuelta dispuesto a marcharse, pero antes de que lo hiciera Hongjoong habló.

— Yeosang, estará muy feliz de verte.

Seonghwa lo observó a los ojos. La verdad es que no había ninguna mala intención detrás de las palabras de Hongjoong y eso dejó en blanco su mente. No pudo decirle nada, pero intentó esbozar una sonrisa de agradecimiento antes de salir, cerrando la puerta del estudio tras de él.

Cuando Hongjoong volvió a quedarse solo se percató de lo denso e incómodo que ahora le resultaba el aire a su alrededor. No sabía qué pensar sobre lo que Seonghwa le había dicho. Suspiró resignado, sabía que tarde o temprano eso iba a pasar; sabía que pronto todo volvería a ser como antes: Seonghwa se casaría con Yeosang, formarían una familia y tendrían su final feliz. Mientras tanto, él... Él quedaría libre de la deuda con el señor Kang y podría hacer lo que quisiera.

Debía admitir que le molestaba entender por qué Seonghwa se había comportado tan distante con él durante los últimos días. Lo que el alfa había querido era  que su aroma se desprendiera de para que Yeosang no se enterara de nada.

El omega no se sentía cómodo con la idea, pero no tenía derecho de reclamar nada, al final, había aceptado ser parte de ese juego y cargaría con las consecuencias el resto de su vida.

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Seonghwa y Yeosang habían acordado verse en la terraza de un antiguo museo que a ambos les gustaba mucho. El alfa fue el primero en llegar y como el lugar estaba solo, pudo  tomarse unos momentos para meditar. Pronto muchos recuerdos comenzaron a llegar a su cabeza. En aquel lugar, le había pedido a Yeosang que fuera su novio y también era el lugar donde se habían besado por primera vez.   

—Park... — la  inconfundible voz lo sacó de sus pensamientos. Se puso de pie rápidamente y  se quedó paralizado al ver a Yeosang después de tanto tiempo.

—Yeo...

El mencionado sonrió y corrió la distancia que los separaba para ir a abrazarlo. Seonghwa lo recibió en sus brazos algo sorprendido.

SWEET LOVE // SEONGJOONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora