SWEET LOVE // SEONGJOONG

Nuevo hogar

Hongjoong había firmado.

Y ahora que retrocedía en sus recuerdos... No entendía por qué lo había hecho.

Había tenido que empacar sus cosas inmediatamente. Al parecer, aquel par de alfas realmente quería solucionar el asunto cuánto antes. Nunca en su vida el omega se había sentido como un objeto, una clase de bien que pudiera se intercambiable.

Después de firmar, Seonghwa había salido rápidamente de la oficina y Hongjoong no lo había vuelto a ver. Suponía que había ido con Yeosang para hablar del asunto. El también hubiera ido para que le ayudara a entender qué era lo que estaba pasando. Sin embargo, no le dieron tiempo de despedirse de nadie.

Aunque no quisiera admitirlo hubiera derramado un par de lágrimas, pues se sentía arrancado de su hogar y  creía que estaba haciendo muchas cosas mal. Aquello era inesperado, aterrador, extraño y totalmente fuera de sus planes.

Los sirvientes del señor Kang, sus compañeros y amigos de toda la vida, le ayudaron a llevar sus cosas hasta la entrada de la casa donde el carro negro de Seonghwa lo estaba esperando.

El chófer personal, que se llamaba Boris, se encargaría de llevarlo hasta la mansión Park. Hongjoong dudó por un instante cuando estuvo a punto de subir al auto. Seonghwa al parecer, no iba a ir con él. Alguien le había dicho que se quedaría a resolver unos asuntos, sin embargo, él debía irse cuánto antes; familiarizarse con si hogar temporal, habían dicho.

De mala gana y totalmente arrepentido, el menor subió al auto.

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La mansión Park se encontraba más allá del lado opuesto de la ciudad, cerca del bosque, así que era realmente un lugar muy frío, y no era de que Hongjoong odiara el frio, sino que junto con su estado de animo, aquello no ayudaba para nada. Cuando vio el color gris con el que estaba pintada la casa nada mejoró.

—Llegamos —anunció el chófer, de alrededor de cincuenta años, que no había hablado en todo el camino. 

Hongjoong tomó su vieja mochila y salió del auto. La casa le pareció aún más grande y tenebrosa que al principio. El frio viento le hizo estremecerse un poco así que se frotó un los brazos para intentar entrar en calor. No recordaba haber empacado una chamarra.

Boris también bajó del automóvil para sacar el resto de maletas de la cajuela.

—Hola  —el menor se giró con brusquedad al oír que alguien le hablaba. —Finalmente llegas. Seonghwa nos avisó que vendrías.

Hongjoong tardó un instante en reconocer al chico que se acercaba caminando hacia él. No era como que lo hubiera visto antes, pero creía recordar que  era amigo del alfa.

—Lo siento, creo que nunca nos habían presentado formalmente, es un gusto conocerte. Soy Yunho, el amigo y médico de cabecera de la familia Park —el más alto extendió su mano amistosamente para que Hongjoong la tomara.

—Hola. Soy Kim Hongjoong.

—Sí, se quién eres. —el pelirrojo abrió los ojos con sorpresa al oírlo —Lo siento, no quise que sonara raro. No es literal que te conozca de toda la vida, pero... Seonghwa me explicó la situación y  me pidió que viniera a recibirte.

—¡Llegó!

Ambos dirigieron la mirada al otro chico que caminaba hacia ellos desde las escaleras de la casa. Hongjoong pensó por unos momentos si eso de vestir de negro era alguna clase de regla a seguir en la familia Park, pues el recién llegado llevaba un traje de satín en color negro similar a los que utilizaba Seonghwa.