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†Capitulo 13†

¿Les ah pasado alguna vez que están teniendo el mejor sueño de su vida y alguien los despierta justo en la mejor parte?. Bueno eso fue justo lo que me sucedió esa mañana.

Aunque al abrir los ojos por completo y ver ese par de sonrisas no pude sentirme mas feliz.

-Jessy- gritan Maria y Victoria al unisono mientras se lanzan encima de mi dándome un enorme abrazo que yo les correspondo enseguida.

-¿Crecieron mas desde que se fueron?- las niñas se separan del abrazo y quedan sentadas en la cama frente a mi.

-Solo un poquito- habla Maria y pone su mano sobre su cabeza indicando cuanto cree que ah crecido.

-Jessy mi papá nos llevo a la playa- Victoria se lleva mi atención al hablar -dijo que podrías ir con nosotros la próxima vez- una sonrisa de oreja a oreja se forma en su rostro.

Mi madre y mis hermanas son las mejores personas que tengo en mi vida, son lo único que me queda y lo único que me hace feliz. Ver ese par de sonrisas frente a mi hace que me sienta mejor, me hace querer olvidar toda la mierda que me ah pasado.

-Seria increíble ir a la playa con ustedes- me incorporo en la cama hasta que mi espalda choca contra la fría pared.

-Mamá dijo que bajaras a comer- hablan al mismo tiempo las gemelas, a veces me pregunto si se ponen de acuerdo para hablar en una sola voz o es algo que les sale natural.

Suelto un pequeño bostezo y estiro mis brazos tratando de quitarme esta gran flojera que llevo encima. Las gemelas sueltan una risa que enseguida me contangian.

-Diganle que me doy una ducha y bajo- ellas solo asienten y salen corriendo de mi habitación como siempre.

Me quedo un rato en la cama viendo a la nada, pensando que tal vez mi vida ya esta volviendo a ser "normal", tal vez nunca superare por completo todo lo que me ah pasado pero puede que logre aprender a vivir con ello.

Lo único que pido es sentirme bien, solo quiero irme a dormir sin pasar 1 hora llorando, quisiera caminar por las calles y no tener un gran miedo de todas las personas a mi alrededor, solo quisiera sonreír de verdad.

Sacudo mi cabeza y hecho todos mis pensamientos a un lado, tratare de no pensar en eso hoy, aprovechare el tiempo con mis hermanas que no las veo desde hace tiempo, hoy tratare de ser feliz.

Trato de bajar de la cama y en un acto de estupidez mi pie queda enrollado en la sabada haciendo que cuando trato de levantarme caiga de rodillas al suelo como una imbécil dándome un buen golpe.

Maldigo mentalmente mi estupidez y siento un leve dolor en mi rodilla derecha me fijo en ella y veo un pequeño raspón, tampoco es como para morirse pero el pequeño dolor que causa es una mierda.

Como puedo me pongo de pie y cuando apoyo todo mi peso en mi pierna adolorida siento un punzaso que me hace caer pero esta vez soy rápida y giro mi cuerpo rápidamente logrando caer en la cama.

Me quedo allí tirada un rato, tampoco es que el dolor es insoportable pero la flojera empieza apoderarse de mi otra vez. Me siento en el borde de la cama, mis pies tocando el frío piso de mi habitación y me quedo viendo hacia la nada, derrepente un recuerdo invade mi mente.

Flashback:

-Dejame ver pequeña- mi padre se pone en cunclillas, toma mi pierna y la estira, tengo un pequeño raspón en mi rodilla debido al golpe que me di por correr.

-Deberías ver por donde corres eh- se pone de pie y me extiende su mano para ayudarme a levantar.

Cuando al fin estoy de pie siento un dolor punzante en mi rodilla lastimada haciendo que caiga al suelo otra vez y como aun no soltaba la mano de mi papá este cae conmigo.