VIII

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Steve

- No lo sé Buck, aún sigue resentida por lo de antes

- Y si no haces nada para cambiarlo así seguirá siempre - dijo mi mejor amigo dándome ánimos - conozco a Nat, ella no va dar un paso antes de que lo des tu.

- Creo que olvidado que yo también fui su pareja - conteste para recordarle que también conocía a Nat

- De acuerdo, pero tu debes ser quien de el primer paso.

- No estamos en los 40's Bucky, los hombres no son los únicos que pueden declararse a una dama - seríamos viejos, pero aprendimos a vivir en esta época, con todo y sus grandes cambios

- Natasha, no es una mujer muy expresiva, y tú no eres el tipo de hombre que capta rápidamente las indirectas, tienes que demostrarle que has cambiado

- No quiero volver a arruinarlo - dije con nerviosismo - tenemos una hija, no quiero que nuestra relación vaya a afectar a Milenka.

- Rosie es una niña inteligente, sabe que aunque sus papás no están juntos...

- Aún - interrumpí

- Aunque no estén juntos aún, sabe que la aman y nunca dejarán de hacerlo

- Bien, iré está misma tarde a invitarla - dije con valor, soy el capitán américa, no debería tener solo a invitar a una mujer a salir.

Aunque en este caso, si debía.

Natasha es solo una mujer. Es la mujer de mi vida, la amo, y necesito que ella vuelva a enamorase de mi, no puedo vivir sin ella, no puedo ni debo volver a hacer las cosas mal, voy a mejor por y para ella, para demostrarle que la amo y que siempre pondré a ella y nuestra familia antes que todo .

Desde el accidente que tuvo en Bulgaria, tuve miedo a perderla, no iba a dejar que muriera sin antes confesarle cuánto la amaba.

- Irás ahora mismo - dijo Bucky tomando el perfume entre sus manos - y ponte esto, ayudará

- Lo haré

Salí de su habitación, dirigiendome hacia la pequeña sala de descanso que había habilitado Tony hacia unos meses atrás.

Antes de doblar la esquina para entrar a la sala, respire hondo, confiaba en mí mismo.

- Nada puede malir sal

Ahí estaba, frente a mi, sentada, leyendo un libro con tapadera roja, su cabello ondulado y rojo, su cara en una perfecta calma.

Cómo siempre, estaba alerta, y noto mi presencia antes de que pudiera hablar o acercarme más.

Sus grandes ojos verdes me miraron y lo confirme de nuevo.

Estaba total y perdidamente enamorado de Natasha Romanoff.

Sus labios se curvearon en una ligera sonrisa, que solo hizo que me pusiera más nervioso.

- ¿Que haces Rogers?

- Te estaba buscando - conteste lo más normal que pude.

- Ah si, Milenka está jugando con Thor en el patio, puedes unirte si quieres - contesto para luego volver la mirada a su libro

- No venía a esto Nat, quería hablarte de otro tema - me acerque a su lado - ¿Puedo?

- Claro, toma asiento - movió un cojín para que pudiera sentarme al lado.

- Bueno, yo me preguntaba si querías ir conmigo a cenar está noche - dije tratando de ocultar mis nervios - encontré un restaurante que se ambienta entre los años 40's y 50's y quería que alguien especial me acompañara

Hasta La Última Estrella Del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora