¿L-Lucifer?

II

- Pero hay algo, mi querida y horrenda mujer, que puedes hacer —Sonrió con malicia dicho ángel mientras  la joven mujer a su frente se tocaba el rostro— 

‐ ¿Que puedo hacer?

- Tú casa es muy bonita... —Caminó con glamour en cada uno de sus pasos, tocando cada cosa que veía—

-No te puedo dar mi casa —La mujer comenzaba a sentirse estresada y angustiada a la vez, provocando diversión en el pequeño demonio y ángel expectante—

- Verás, mi penthouse está en construcción, junto a mi lujoso bar, así que necesito una casa para vivir por mientras, aunque por supuesto, esto solo cubre la mitad del trato que hicimos —Pronunció reluciente acomodando con fineza su corbata— ¿Tú que opinas Lilith?

- Me gusta esta casa, tiene... vibras interesantes~ —El apuesto y alto demonio sentía mucha energía sexual reprimida en dicha casa, por lo cual estaba totalmente de acuerdo en quedarse— 

- Perfecto, querida, puedes decir que somos tus primos lejanos y hemos venido de improvisto, ¿Bien? Quiero una de las habitaciones principales, ¿Me llevas?

— A-ah- claro, tendrás la habitación de mi hijo, vamos.

Las tres personas caminaron saliendo de la habitación compartida por la mujer y el presidente.

A los pocos minutos cuando Jimin supo cual era su habitación y Jin había decidido quedarse en la habitación de un guardaespaldas llamado "Namjoon" salieron sonrientes de la mansión, siendo conocidos y respetados por todos los trabajadores, la señora de la casa se había encargado de amenazar a todos con darles un excelente trato a sus inquilinos. 

- Jin, vayamos por un coche, y después a checar la construcción de mi penthouse

- ¿Tenemos dinero?

- Cariño, soy el diablo, no hay nada que no pueda tener.

- Cierto, casi lo olvidaba, entonces vamos, yo quiero comprar lubricante y juguetes para mi nuevo compañero de cuarto — Recitó con lujuria en sus pupilas—

- Mi pequeño demonio travieso~

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La noche había caído, y como se acostumbraba en la mansión de nuevo el presidente no la pasaría con su familia, por lo cual todos se fueron a dormir temprano, Jungkook no había estado muy conforme con la decisión de su madre, no le gustaba para nada compartir habitación, y menos con alguien que era su tío, primo de su madre, lo imaginaba viejo, con arrugas, y mal aliento. 

En la comodidad de su cama y pensando en como sería su desconocido tío, cerró los ojos cayendo en un profundo sueño de a poco.... Hasta que una fuerte presión en su miembro lo hizo despertar y salir del mundo del ensueño.

- Mh~~~ ¿Q-qué pasa? A-ah~~ —Ahora con más claridad sentía su falo completamente erecto siendo recibido entre unas paredes muy ajustadas y deliciosas, por lo cual abrió con sorpresa sus ojos— ¿Q-qué haces?

Por otra parte Jimin estaba completamente sumergido en el placer que ese grande y grueso pedazo de carne provocaba en su cuerpo, cuando llegó de su alocada noche de fiesta su cuerpo se sentía caliente, y encontrar un regalo como el que tenía en su cama lo había puesto tan feliz, por su mente pasaba que la mujer le había contratado un hermoso prostituto, un bello, sexy y atractivo prostituto. 

-Joder, me encanta tu polla muchacho, quiero que me rompas~  —Casi suplicó sin dejar de brincar sobre el delicioso pene donde se encontraba sentado— 

- D-deja de hacer eso... Mh~ —Jungkook era virgen, a pesar de su edad nunca había tenido relaciones, y su pene se sentía tan genial dentro del... hombre que lo montaba— ¿Quién eres...?~

Jungkook observó por unos minutos el rostro del joven sobre su pene, era completamente hermoso, una belleza que nunca había podido ver, su mirada no se quitaba de los labios del hermoso muchacho, se sentía inoptizado.

- S-soy Lucifer, estrella de la mañana ¡A-ah!  Pero puedes decirme Ji Min. —Por un momento sintió como el grueso y grande pene de su acompañante se abultaba en su estómago, lo cual le hizo casi gritar, le encantaba la sensación— ¡Follame!

Jungkook ahora un poco fuera de trance, apretó sin medir su fuerza los muslos del "menor" o al menos así le parecía a él, apoyando sus pies en la cama para poder impulsarse y hundir toda su polla en el apretado culo del mismo mencionado, sacándole de nuevo otro grito de placer.

- Ah~ C-con una polla como la tuya no me volvería a meter con otro prostituto ~

- mh~ ¿Estoy soñando? —El musculoso joven  veía todo con irrealidad, mientras las venas en sus brazos comenzaban a marcarse por la fuerza que utilizaba— 

- deja de preguntar idioteces y disfruta~

Las horas pasaron casi volando mientras el ángel no paró de gemir si quiera un solo minuto, se había corrido al menos 5 veces seguidas junto a su prostituto, y las energías en su cuerpo comenzaban a escasear, provocandole sueño. Lo mismo sucedía con Jungkook, Jimin había empapado su abdomen de semen, y todo su pene se sentía pegajoso, pero al igual que su acompañante ya no tenía energía, por lo cual ambos cayeron dormidos, abrazados.